Sunday, September 01, 2013

FanFic Robsten: "PARA SIEMPRE" (Robert Pattinson & Kristen Stewart) - 8vo Capitulo.

¡Hola!

Sé que me he retrasado, pero tengo escusa… La semana pasada dije que actualizaría o el miércoles o el viernes ya que iba a ir a la premiere de Cazadores de Sombras que se celebró el este jueves y no sabía si me daría tiempo a terminar el capítulo.

Para los curiosos la premiere fue increíble, después de pasar 15 horas en la calle, esperando, todo mereció la pena. Pude conocer y hacerme foto con Jamie y ver a Lily y Robert. Fue un día increíble y memorable.

El viernes por la noche acabando el capítulo Word dio fallo y se me borro la mitad que no tenía guardada y no hubo manera de recuperarla, por lo que me vi obligada ayer a reescribirla. Y cuando la terminé la odié. No me gusto como quedó el capítulo, así que empecé a hacerle cambios. Incluí personajes y cambié el cierre del capítulo. Ahora me gusta como está.

Una cosa que os quería preguntar es, que qué preferís: Dos capítulos más o menos cada 5 días (serian la mitad que ahora) o un capítulo largo que el que subo ahora cada 10 días más o menos. Pregunto esto porque en 2 semana entro en bachillerato y no estoy segura de poder actualizar capítulos largos cada 7 días, necesitaría un poco más de tiempo. Espero vuestra respuesta.

Gracias a todos los que habéis esperado tan pacientemente, sobre todo a Mevioloasheeran que me ha animado mucho y me ha pasado unos gifs muy abscagfhabsf y a Maite que me ayuda con sus sabias palabras y me motiva (Eso me recuerda a la querida Maddy)

Espero que disfrutéis del capítulo. Y como siempre, ¿Queréis añadir algo? ¿Alguna cosa no os gusta? ¿Niño o niña?

Me encanta que me dejéis reviews, me hace muy feliz leerlos y me motiva a seguir escribiendo. A veces cuando leo fics y veo que pasan de los 1000 rr pienso, ¿Llegaré yo algún día a eso? Ojalá… ¡Soñar es gratis!

Gracias otra vez por vuestro apoyo, sobre todo por el comentario de la semana pasada. Agradezco, que muchos que sois médicos o estáis estudiando para eso me digáis que todo lo relacionado con ese tema es correcto. ¡Gracias!

Para las chicas que me leen desde Krisbian Diary, gracias por comentar y prometo mandarle a Ani los capítulos regularmente (cada 5 días). Me encanta que os encante (: 

Y quería decirle a Tatismarce que muchas gracias por su comentario. He hablado con embarazadas, con mi prima que está estudiando ginecología y he intentado buscar la máxima información posible (también he mirado en las enciclopedias que tengo). Esto ha sido todo lo que he encontrado, y asumo que algunas cosas pueden estar mal, ya que nadie puede fiarse de internet. Pero no puedo quejarme, tengo 16 años y he intentado ser lo más realista que he podido y buscar hasta debajo de las piedras. Me gustaría pedirte un favor, ya que debes saber mucho más que yo, y lo agradecería en el alma. ¿Podría hablar contigo sobre unas cosas? Mi twitter es @_TwilightFact_ mi correo twilightfacts@hotmail.com y mi Facebook Aroa Barranco. Si aceptas ponte en contacto conmigo. 

Besos



PARA SIEMPRE
CAPITULO 8.


KRISTEN POV

-Kris… Amor…-Sentí como acariciaban mi espalda por debajo de la camiseta- Pequeña… Despierta…-Robert me susurraba al oído.

-Mmmmm…-Dije contra la almohada, girando la cabeza hacia el lado contrario. Se estaba tan a gustito en la cama- Estoy cansada…-Balbuceé. Robert se rio de mí.

-Mi amor, yo te dejaría dormir todo lo que quieras… Pero abajo se va a armar una en breve como no bajes… Creo que todo el mundo se ha puesto de acuerdo para venir hoy.- Me destapó y dio un cachete en el culo. Gruñí. Por obra del espirito santo había conseguido pasar el viernes en casa, sin visitas, solo Rob, yo y nuestro pequeño bultito en la cama, y solo habíamos tenido que salir de ella cuando John llegó con Bear y Bernie. Pero al parecer la calma había acabado y las fieras se habían soltado. Y para colmo no creo que tardase en llegar la familia. Me puse boca arriba y abrí los ojos. Rob me recibió con una hermosa sonrisa. Se acercó a mí y junto nuestros labios en un tierno beso- Buenos días.

-Buenos días. –Dije. Le devolví la sonrisa- Te amo.

-Yo más.-Hizo un camino de besos hasta mi pequeño vientre- Buenos días bebé. A ti también te amamos. –Acaricié su cabeza mientras le hablaba a nuestro bebé- Espero que hoy seas bueno con mamá y dejes de atacarla con las náuseas. –Mi estómago rugió a modo de contestación- Alguien tiene hambre. –Depositó un besito en mi vientre mientras yo reía.

-Me gusta cómo te comunicas con tu hijo.-Dije sentándome en la cama y desperezándome.

-Hija. Va a ser niña. –Se levantó de la cama y me sacó la lengua.

-Tiene el mismo apetito que el padre… Ya veremos quién ríe el último. –Me levanté y fui directa al baño, pero Rob me interceptó antes de llegar.

-¿Estás bien? ¿Hoy te encuentras mejor? –Ya empezaba Don Preocupaciones.

-Cariño, Anne dijo que era normal que me doliese durante unos días el cuerpo y que estuviese cansada.- Me puse de puntillas para besar su nariz antes de entrar en el baño.

-¿Eso es un sí?

:·.·.·.·.·.·.·.·.·.·:

-Vamos a ver… ¿Es que nadie sabe que no se debe molestar a una embarazada hormonada, cansada, adolorida y hambrienta? –Dije bajando las escaleras poco a poco, ignorando el tirón que me daba, al que ya me había acostumbrado. Tom, Sienna, la pequeña Marlowe, Taylor y Cam y Dana junto a sus parejas, Tessa y Alicia, respectivamente, estaban en el salón. Por un lado me alegré, no los había visto en días, pero por otro… no tenía muchas ganas de visita. Solo quería volver a la cama. Tomarme una pastilla y volver a dormir.

-¡Tita Kis! –La pequeña Marlowe se levantó del suelo, donde estaba manoseando a un Bear adormilado. No pude evitar sonreír al ver como ponía sus manitas en el suelo, levantaba el culito envuelto en pañal y se ponía de pie para venir corriendo graciosamente hasta el inicio de las escaleras. A pocos meses de hacer los dos años era una renacuaja muy espabilada. Desde los siete meses era una un terremoto andante que no paraba quieta y al añito ya era imposible hacerla callar. Todos la mirábamos sonriendo. Llegó hasta mis piernas y me estiró los brazos- ¡Aúpa, aúpa!

-Hola mi amor. –La miré con una sonrisa triste. No podía cogerla. Antes de que lo intentase ya me hubiesen parado. Agarré su manita y la hice dar una vuelta como a una bailarina.

-Cariño la tita Kris no puede cogerte. –Robert apareció por la puerta de la cocina y alzó a Marlowe y le dio un beso en el moflete. Pero la niña seguía echándome los brazos para que la cogiese, moviéndose inquieta entre los brazos de Rob y diciendo "tita". Si alguien merecía el nombre de tía era yo. Me veía más que a sus tíos y abuelos. Desde que Tom y Sienna se habían mudado a L.A -por tercera vez- yo, siempre que podía, me encargaba de Marlowe cada vez que sus padres grababan o tenían cosas que hacer. Se podría decir que era su segunda madre. Sienna se convirtió en una de mis mejores amigas y Tom en un hermano. Y estaba orgullosa de eso.

-La tenéis demasiado mimada. –Tom se levantó de su sitio para sacar a la niña de los brazos de Rob, pero antes se acercó a mí y me abrazó con cuidado, como si temiese que empezase a gritar de dolor de un momento a otro- Tienes mejor aspecto. ¿Cómo te encuentras?

-Gracias Tom. Estoy mejor. –Le sonreí. Me devolvió la sonrisa y sacó a Marlowe de los brazos de Rob. Esta empezó a llorar y patalear- Cariño la tita Kris está malita y no puede cogerte.

-¿Maita? –Marlowe hizo un adorable puchero.

-Cielo, no puedo cogerte, pero…-Me acerqué a ella-…¡Si puedo hacerte cosquillas! –Empecé a hacerla cosquillas en la tripa ganándome risas por su parte.

-Yo también quiero cosquillas. –Dijo Cameron, dejando de abrazar a Tessa y levantándose del sofá. Besé la tripita de Marlowe antes de girarme a mi hermano- No… Mejor te mato por no contarme nada.- Con una sonrisa infinita se acercó a mí y me estrechó contra el en un cariñoso abrazo. Apoyé la cabeza en su pecho y disfruté del momento. Eran pocas las veces que nos veíamos, y menos las que nos abrazábamos así- ¿Estás bien? Menudo susto nos has dado. ¿Desde cuándo lo sabes Stew? –preguntó separándose me mí.

-Sí, estoy perfectamente. No quería preocuparos. –Suspiré. No sé si habría sido peor contárselo antes o después- Además, solo hace dos semanas que lo sé, y al quitarme el DIU podía abortar… No quería que os ilusionaseis para que acabase teniendo un aborto…

-¡Como si hace seis horas que lo supieses! –Hizo un puchero- ¡Merezco saber que voy a ser tío! Aunque tengas riesgo de aborto. Tengo que establecer lazos tío-sobrino desde que está en la barriga. Si no, ¡Puede querer más a Taylor o Dana! –Cam llevó su mano hasta mi vientre y me sonrió.

-Cam… Marlowe parece ahora más madura que tu… Y eso que se está chupando la mano. –Dije con una sonrisa. Amaba como mi hermano conseguía quitarle peso al asunto sin dejar de ser importante- Enserio Cam, mejor tarde que nunca. –Besó mi cabeza y pasó una mano por mi cintura.

-Tú eres la futura mamá. –sonrió y me guio hasta el centro del salón. Todos se levantaron para saludarme.

-¡Mi niña! –Dijo Sienna mientras me abrazaba y llenaba de besos.

-Sienna creo que de niña tiene poco, va a ser mamá. –Tom hizo la gracia mientras se sentaba con Marlowe en el sofá.

-Sí, pero son ocho años los que la saco… Así que, mi niña. –Nos sonreímos.

-Sienna gracias por todo lo que has hecho por Robert estos días y por ocuparte de la casa y nos perros. –Dije sincera. Sabía que sin el apoyo de Sienna y sus sabios consejos Robert lo hubiese pasado mucho peor una semana atrás. Ella era la calma, y siempre sabía que hacer o decir para que viésemos al menos un poquito de luz al lado del túnel. Desde que me desperté en el hospital y la vi supe que Robert había estado bien cuidado durante mi siesta.

-No se merecen. Tú haces más por nosotros que nosotros por ti. Y lo importante ahora es que te estás recuperando. –Buscó a Robert por un segundo, pude ver que le echaba una clara mirada de "Ves cómo ibais a salir de esta"

-¡Qué haríamos sin ti! –Suspiré.

-Robert ya se habría quedado calvo hace tiempo. –Reímos todos. Sienna me dio un último abrazo y dejó paso al siguiente. Dana.

-Hermanita, hermanita, hermanita…. ¿Qué vamos a hacer contigo? Mamá puso el grito en el cielo, nos llamó llorando y nos hizo jurar que iríamos volando a tu casa. –Fruncí el ceño. Sabía cómo era mamá, pero esta había sido una reacción exagerada. Yo estaba bien, punto final.

-Tengo una familia de locos. ¡Ya os dije que estaba bien! ¿Qué más queréis? Solo fue un susto. –Dana me abrazó y me levantó un poco del suelo.

-Kristen, un aborto es algo serio… Y tú misma has vivido las consecuencias. –Me volvió a posar sobre mis pies y me miró seriamente.

-Dana, no voy a hablar de eso… Ni contigo ni con nadie. –Dije recorriendo el salón con la mirada, hasta llegar a los ojos tristes de Robert. La pérdida era algo que me mataba por dentro. Cada vez que pensaba en el aborto me invadía una ola de confusos sentimientos, algo que no me veía capaz de enfrentar. Por eso prefería ignorarlo. El pensar que había perdido un hijo, aunque no supiese nada de su existencia, me había calado hondo. Supongo, que para toda mujer que aborta sin saber que estaba embarazada, y que quería tener hijos, será algo parecido. No puedes dejar de pensar en eso. Has perdido un trozo de ti. Es algo que no podrá vivir. Aunque solo fuese un feto, aunque no hubieses podido amarle, era tu hijo, eso nadie podía negarlo. Y yo me sentía así. Y a eso le tenía que añadir que me quedaba otro bebé… No podía quitarme de la cabeza que al igual que estábamos empezando a amar a uno, podíamos haber amado a dos, y que ya al haber empezado a querer a uno es inevitable pensar en la pérdida del otro. Me había dado cuenta de cómo sería mi vida con dos bebés y ahora mi mundo estaba patas arriba. Era algo bizarro que me quemaba. Era un terreno pantanoso que tenía que atravesar pero que no sabía cómo. No sabía cómo expresarlo, no sabía cómo asimilarlo, no era capaz de digerirlo.

-¿Lloa a tita? -Marlowe alzó la voz. Varias lágrimas traicioneras se escaparon de la prisión que eran mis ojos.

-No lloro amor. –Limpié las lágrimas con el dorso de la mano. Dana volvió a abrazarme y susurró un "Lo siento" solo para mí. Besó mi nariz y se separó.

-Déjame abrazar a mi única hermana. –Tay me arrancó de los brazos de Dana y me dio una vuelta sobre mí misma- Pero que bien te sienta la maternidad. ¡Voy a tener una sobrina igual de guapa que su madre! –Sonreí y el aprovechó para besar mi mejilla.

-Va a ser un niño. –Dije separándome de él.

-¡Más quisieras tú! –Robert me abrazó por detrás- ¿Estás bien? –Susurró a mi oído solo para mí. Asentí y me deshice de sus brazos para saludar a mis cuñadas. No quería sentirme vulnerable delante de todos. Tessa seguía igual de cariñosa que siempre, no dejó de darme besos y felicitarme por el embarazo. Hacía años que la conocía, era nuestra vecina en Malibú y tenía una buena relación con ella. El día que por fin Cam dio el paso se declaró creí que Tessa se moriría por la noticia, llevaba enamorada de mi hermano desde que éramos pequeñas, pero nunca se atrevió a decírselo. Alicia era harina de otro costal. Llevaría un año saliendo con Dana, pero yo no acababa de tragarla. Era poca la relación que había mantenido con ella y ni falta que hacía más. No nos caíamos bien y jugábamos a ser falsas. No me gustaba, pero nunca me había atrevido a decírselo a Dana, él no se interpondría entre Rob y yo por muy mal que le cayese.

Unos minutos después nos acomodamos en los sofás mientras Rob me preparaba el desayuno. La pequeña Marlowe gateó por las piernas de Tom y Sienna hasta llegar a las mías. Se sentó mirándome y aplaudió contenta por haber llegado hasta mí.

-Tita uapa. –Dijo sobando mi cara con sus manitas. Todos la mirábamos embobados.

-Es la cosa más mona que he visto en mucho tiempo. –Tessa, sentada a mi lado acarició la nariz de la niña.

-Es mi niña. -Dije a Tessa sonriendo. Marlowe hacía que se me cayese la baba.

-Me da la impresión de que no dirás eso en unos meses. –Alicia miraba como Mar se ponía de rodillas en mis piernas y llevaba su manita a mi boca. Mordí sus deditos sin llegar a hacerla daño y ella rio.

-El bebé será para mí lo más importante en el mundo, pero Mar siempre será mi niña bonita. –Sonreí como una tonta e ignoré a Alicia. Marlowe siempre tendría un lugar especial en mi corazón y nunca dejaría se ser la primera cosa bonita que me cautivó.

-¿Ebé? –Dijo Marlowe.

-Si bebé. La tita va a tener un bebé. –Sienna miraba graciosa a Marlowe. Todavía me costaba creer lo espabilada que era la niña y como entendía lo que hablábamos.
-¿U ebé? -Preguntó Marlowe.

-Sí, en la tripa de la tita Kris -Sienna señaló mi tripa. Robert entró por la puerta en ese momento con mi desayuno. Lo puso sobre la mesa junto a los vasos de los demás y se sentó a mis pies. Marlowe se giró a mirarle.

-¿Ebé? –Me señaló mientras hablaba a Rob. Todos reímos.

-Si un bebé. –Robert acarició mi rodilla y me sonrió. Mar levantó mi camiseta y pegó la oreja a mi vientre. Todos nos quedamos callados esperando su reacción.

-¡Ebeeeee! –Pegó su boquita a mi tripa y volvió a poner la oreja- No aba... –Dijo al fin haciendo una mueca. Todos empezamos a reír. Yo acaricié los ricitos de Marlowe. Confusa miró por mi ombligo- No ta. Ebé no ta. –Volvimos a reír. Marlowe se cruzó de brazos.

-Mar cariño, -Robert tiró de ella hacia tras hasta que cayó en su regazo- El bebé es muy pequeño.

-No nonononono, no ta. –Marlowe movió su cabecita negando, haciendo que sus dos coletitas se moviesen de una forma muy graciosa.

-Mi vida, el bebé es chiquitito. –Sienna representó una medido con sus dedos para Marlowe. Ella imitó a su mamá y separó sus deditos pulgar e índice, a la vez que decía "ohhhhhh"

-¿Ahí? –Señaló mi vientre con la otra manita.

-Si –Dije. Mar volvió a decir "ohhhhhhhh" antes de dar palmitas y botar en el regazo de Robert. Volvimos a reír. Sienna sacó el chupete de su bolso y se lo tendió a Rob, quién se lo puso a la pequeña. Esta enseguida se quedó quieta.

-Es como si le dieses una droga. Se queda tranquila en cuanto lo tiene en la boca. –Tom la miraba con adoración. Robert agarró la bandeja del desayuno y la puso en mi regazo. Zumo de naranja, tostadas con huevos revueltos y cereales con yogurt, una de las tres dietas que Anne me había recomendado. El fuerte olor de la naranja llegó hasta mis fosas nasales. Miré el zumo con asco y lo aparté de mi lado. Robert entendió mi gesto y quitó el zumo de la bandeja, pero ya era demasiado tarde.

-Sienna, quítale la bandeja. – Dijo Robert en cuanto vio como el color se iba de mi cara y yo cerraba los ojos intentando reprimir las náuseas. Sienna la apartó de mí. En cuanto estuve libre salí pitando al baño más cercano.

-¡No corras! –Escuché decir a alguien detrás de mí. Pero me dio igual, me daba igual hasta el dolor de mi cuerpo en protesta. No iba a vomitar delante de todos. En el momento en que sentí como por mi garganta subía todo lo que pudiese tener en el estómago entré en el baño, justa para llegar al lavabo, que estaba más cerca que el váter. Al instante unas manos sujetaron mi pelo. Miré un segundo al espejo antes de que me atacase otra arcada. Tessa estaba detrás de mí, con una sonrisa triste sujetándome. Le agradecí en silencio mientras nuevamente mi estómago se retorcía.

Unos minutos después, cuando estuve segura que no iba a vomitar más levanté la cabeza.

-¿Mejor? –Preguntó Tessa apartándose. Solo asentí. Me enjuagué la boca y mojé mi cara.

-Gracias Tessa.

-De nada. –Dijo saliendo por la puerta detrás de mí. Volvimos al salón. Me senté y apoyé la cabeza en el sofá.

-Solo unas semanas más, verás cómo luego no vuelves a tener nauseas. –Sienna acarició mi pelo.

-Eso espero porque si no es que está aquí dentro va a pasar mucha hambre. –Toqué mi vientre. –Robert volvió a poner la bandeja sobre mi regazo. La miré con asco.

-Come. –Me dijo amenazante. Negué con la cabeza. Lo que menos quería era desayunar.

-Kris…-Tom iba a decir algo pero Cam le cayó con un gesto.

-Marlowe. –Cam la llamó y está se giró en su busca- ¿Por qué no le das de comer a Kris? – A la niña se le abrieron los ojos y una sonrisa se dibujó en su rostro. Se bajó del regazo de Rob y le echó los brazos a Tessa. Ella sonriendo la sentó en su regazo y la niña se acomodó mirándome. Robert le tendió la cuchará y le sujetó el tazón con los cereales. Mar hundió la cuchara en el tazón y la saco llena.

-Ahhhhhhh.-Dijo acercándome la cuchara. Levanté una ceja y miré al resto.

-¿Enserio? –Todos asintieron divertidos.

-Ahhhhhhh. –Volvió a decir Marlowe exigentemente. Hice un mohín y abrí la boca. Mar metió la cuchara en mi boca. Tragué la comida y la niña dejó la cuchara en el tazón para aplaudir. No me podía creer que una niña de casi dos años me estuviese dando de comer. Robert se rio de mí y me sacó la lengua. Marlowe volvió a llenar la cuchara y repitió el proceso de antes. Así, poco a poco para la gracia de todos, me acabé los cereales. Marlowe había acabado pringando sus manos y mi boca y había manchado mi camiseta. Con una servilleta me limpié. La niña se metió las manos en la boca y empezó a lamerlas. Robert se levantó del suelo y alzó a Marlowe para cogerla y hacerle cosquillas en el cuello con sus labios.

-Vamos a limpiarte. –Dijo desapareciendo con ella por la puerta de la cocina.

-Me acaba de dar de desayunar una niña de año y medio. –Negué divertida.

-Mira, es una forma de hacerte comer. –Taylor me tiró un cojín. Le ignoré y miré el móvil.

-¿Sabéis a qué hora llegan mamá y papá? –Pregunté empezando a comer los huevos revueltos.

-No creo que tarde mucho en llegar. –Dana abrazó a Alicia.

-Te van a matar. –Dijo Taylor, pero esta vez no había ni gota de broma en su tono de voz.

-Soy consciente de eso.

-No hagas caso a tus hermanos. –Sienna le devolvió el cojinazo a Taylor- No comprenden que cuando una se queda embarazada siempre espera a saber que todo va correcto para decírselo a la familia. Nunca queremos arriesgarnos a decirlo y perder al bebé al poco tiempo.

-Si yo me quedase embarazada no diría nada hasta que no estuviese segura de que todo iría bien, no me gustaría que mi familia se hiciese ilusiones y algo saliese mal. –Tessa nos dio la razón- No hagas caso a tus hermanos. Seguro que tu madre está enfadada pero no porque no se lo hayas contado, sino porque has estado en el hospital y no se lo has dicho. –Pero ellas no comprendían que yo había intentado decírselo a todos, y mi madre había sugerido que lo hablásemos por Skype, y eso era lo que más me dolía. Yo no quería esperar, pero todos ellos estaban muy ocupados, demasiado para poder escuchar las noticias de su hija o hermana.

-O por las dos cosas. –Dijo Alicia bebiendo de su vaso. En ese momento llamaron al timbre- Ahora lo descubriremos…-Dijo en un tono para nada reservado.

-Ya vamos nosotros. –Robert apareció por la puerta de la cocina con Marlowe colgando de su hombro como un saco. Los dos parecían divertirse. Estaba deseando que Rob pudiese hacer eso con nuestro bebé. Me encantaba imaginar cómo serían las cosas dentro de unos meses, y ver a Robert y Marlowe me hacía pensarlo más a menudo. Desaparecieron por la puerta del recibidor.

-¡Marlowe! –Escuché varias voces- ¡Pero qué grande estás ya!

-¡Y qué guapa!

-Cariño hemos llegado en cuanto hemos podido.

-¿Qué tal está?

-Hola mamá. –Escuché la voz de Robert por encima del resto. Parecía incómodo- Papá.

-Cariño, ¿No le das un abrazo a tu madre? –Me alegraba que hubiese sido Robert el que les había recibido, yo les hubiese cerrado la puerta. Por lo menos esperaba que tardasen un día más en llegar.

-Muchacho.

-Victoria, Lizzy.

-Hola Robert

-Claudia….-Reconocí la voz de Lizzy. En el salón todos estábamos callados. Tom echó a reír al escuchar el mote de Robert. Alguna que otra risa vino del recibidor.

-Pasar…- Dejé de comer y aparté la bandeja colocándola en la mesa.

-Empieza el show. –Susurré a los demás. Victoria apareció por la puerta con la pequeña en sus brazos, que jugaba con el collar que llevaba puesto. Detrás aparecieron Lizzy y Clare, y por último, Richard y Robert con dos maletas cada uno. Sienna y Tom se levantaron, seguidos de los demás. Pero yo me quedé sentada. Estaba adolorida, un poco de cuento no le hacía mal a nadie... Era una actriz e iba a sacarle partido a ello.

-Sienna, Tom, Marlowe está enorme.- Dijo Vicky entregándoles a la niña. Se dieron los reglamentarios dos besos e intercambiaron algunas palabras. Lizzy empezó por mis hermanos, Tessa y Alicia al igual que Clare. Richard se acercó a mí.

-Kristen, cariño ¿Qué tal estás? -Richard se agachó para darme don besos y un abrazo. Parecía un poco incómodo. Yo también lo estaría después de todo lo que había pasado. Supongo que ellos no esperaban verme hasta dentro de unos cuanto mese, y no tan solo un puñado de días después de la pelea con Robert.

-Mucho mejor Richard. Gracias por venir. –Puse una sonrisa sincera. No tenía nada contra él, quién tenía la culpa de todo era Clare, no él y sus hijas. Nos había engañado a todos con su enfermedad. Yo sabía que a Clare siempre le había gustado ser el centro de atención y que la gente estuviese encima de ella, pero hasta ahora no me había dado cuenta de cuanto le hacía falta. Seguía sin comprender como podía jugar con una cosa tan grave como eran las enfermedades, y todo para conseguir lo que ella quería, sin importarle el daño que estaba causando- Espero que no se os haya hecho muy largo el viaje.

-En primera clase no se viaja más, creo que podría acostumbrarme a esto. –me guiñó un ojo. Yo sonreí.

-Kristen. –Victoria se acercó a mí y me abrazó. Le devolví el abrazo. Ella parecía mucho menos incómoda. Se sentó a mi lado y agarró mi mano- Siento mucho todo lo que ha pasado, y no me refiero a lo del bebé. Yo no sabía nada. Mamá me obligó a creer que se estaba muriendo. Me enteré unos días antes que Robert, pero no le dije nada a nadie. Lo siento mucho. Siento que yo tengo parte de culpa en esto…

-Vicky no tengo nada contra ti, ni necesitas pedirme disculpas. La que lo debería de hacer es tu madre. –Me di cuenta que estábamos hablando en susurros. Agarré su mano- Si yo hubiese estado en tu situación también hubiese hecho todo por mi madre. Ninguno sabíamos nada. Tú no tienes culpa de nada. –Volvió a abrazarme. Al menos me pedía disculpas, aunque no tuviese culpa de nada. Me separé de ella cuando sentí unas pequeñas manitas envolver mis piernas.

-¡Mía! –Dijo Marlowe mirando a Vicky. No pudimos evitar reír. La cogí y senté en mi regazo.

-Marlowe es muy celosa. No le gusta que me abrace alguien que no sea Robert, mi familia o sus padres. –Vicky la miró sonriendo, se quitó el collar que llevaba puesto y se lo entregó a la pequeña. Enseguida Mar empezó a aplaudir y reír.

-Kristen. ¿Cómo estás? –Lizzy apareció por detrás del sofá y besó mi mejilla. Me giré un poco para mirarla.

-Hola Lizzy. Estoy mucho mejor. –Sonreí- ¿Cansada del viaje?

-Un poco. ¿Tú te encuentras bien?

-Las típicas nauseas me acompañan a todas partes y estoy un poco cansada, pero es normal.

-Los dos os merecéis lo mejor, estoy muy contenta con vosotros. –En ese momento Robert llegó por detrás de ella. Los tres sonreímos. Si no merecíamos esto, eso no lo dudaba.

-Kristen…-La voz de Clare llegó desde atrás. Me giré para encararla y puse mi mejor sonrisa de falsa, eso que ponía cuando tenía ppz por todos lados y me quería reír de ellos.

-Clare. –Dije con el mismo tono de voz. Ni ella se agachó ni yo me levanté. Sé que estaba esperando que yo cediese y me levantase a saludarla, pero no lo iba a hacer- Perdón que no me levante, pero hoy no me encuentro muy bien. Estoy un poco adolorida. –Capté la mirada de Tom que negó riéndose. Sonreí lo mejor que pude.

-Oh, querida no hace falta. – Se acachó y me dio dos besos.

Kristen 1, Clare 0

-¿Estás bien? –Robert apoyó sus manos en mis hombros y me susurró al oído. Solo asentí mientras que me llevaba una de sus manos a m mis labios para besarla.

-¿Qué tal estás? ¿Y mi nieto? –Preguntó Clare demandante mientras se sentaba en uno de los sofás.

-Mamá, ¿Queréis tomar algo? –Todos fueron sentándose.

-Un vaso de agua. –Dijo esta sin apartar la vista de mí.

-Yo no quiero nada. –Vicky juagaba con Marlowe a mi lado.

-Mmmm… ¿Tienes zumo? –Preguntó Lizzy. Robert asintió.

-Papá, ¿Una cerveza?

-Perfecto. –Richard se sentó al lado de su mujer y Robert desapareció por la puerta de la cocina.

-¿Y bien? –Insistió Clare. Todos me miraron.

-El bebé está bien, Clare. –Dije entre dientes. Sabía que yo no le importaba mucho, pero nunca entendí por qué- Yo estoy algo cansada y todavía siento dolor, pero nada que no solucionen los calmantes.

-Me alegro. –Dijo arrastrando la frase- Espero que a partir de ahora tengas más cuidado, no es solo tu vida. –Sienna y Tessa me miraron intentando darme ánimos, Dana levantó una ceja y puso una mueca.

-Mamá…-Dijo Lizzy a mono de advertencia. Robert apareció por la puerta con los vasos y bebidas. Las repartió y se acuclilló delante de mí, tendiéndome una pastilla y agua. Como una niña buena me la tomé sin rechistar- ¿Quieres más desayuno? –Negué. Me dio un beso en la frente antes de levantarse y llevarse la bandeja del desayuno a la cocina.

-Solo son hechos hija. Toda mujer embarazada debe cuidarse. –Dejó de mirarme- Sienna, ¿No es verdad?

-Eh, si claro… -Dijo la susodicha- Pero Kristen lo está haciendo muy bien. –Sonreí agradecida a Sienna. Clare ya me estaba hartando y no llevaba ni media hora con ella. ¿Quién iba a soportarla todo el día?

-Lizzy, ¿Qué tal tu nuevo álbum? –Cam cambio de tema con rapidez. Me alegré de dejar de ser el centro de atención. Me levanté del sofá con una mueca. Tanto tiempo sentada hacía que me doliese la pelvis. Llevé una mano hasta ahí.

-¿Estás bien? –Pregunto Tay. Si alguien más me preguntaba eso hoy echaría fuego por la boca.

-Que pesados estáis todos. Me voy a grapar en la frente un cartel que ponga "Es normal que sienta dolor, he tenido un aborto". –Dije exasperada, pero mi voz se quebró al final.

-Vale, tranquila. Solo me preocupo por ti. –Tay levantó las manos.

-Tay, son las hormonas, no me hagas caso.-Dije antes de desaparecer por la puerta de la cocina.

Robert estaba apoyado en la isla mientras fumaba. Cuando me vio entrar apagó el cigarro.

-¿Todo bien? –Preguntó acercándose a mí. Puse una mueca de asco.

-No esperaba tener que hacer frente a tu madre tan pronto. –Me apoyé en su pecho- Mmmm…. –Rob me rodeó con sus brazos y apoyó su mentón en mi pelo.

-Solo serán unos días. –Suspiró- Yo tampoco quiero estar cerca de mi madre. –No hacía falta que lo dijese, se notaba. Pobre, él era el peor parado en todo esto. No merecía todo lo que había pasado.

-¿Paciencia? –Pregunté mirándole.

-Paciencia. –Acarició mi mejilla antes de acercarse a mis labios. Tiro del inferior y lo lamió. Gemí en su boca y llevé mis brazos a su cuello. Le devolví el beso de una forma voraz, pagándome contra él y succionando su labio inferior. Llevaba días sin sexo y las hormonas se empezaban a descontrolar. Le necesitaba, pero sabía que no cedería ni a una sesión de metida de mano. Separó nuestros labios y junto su frente con la mía.

-Sabes que no podemos… -Dijo con una sonrisa triste.

-Lo sé. –Suspiré pesadamente y apoyé mi cabeza en su hombro- Lo siento, son las hormonas.

-Me gustan tus hormonas. –Me susurró.

-A mí en este momento no. Me están diciendo "átalo a la cama y no lo dejes escapar" –Rob se rio de mí y besó mi cuello lentamente bajando hasta mi clavícula, donde sentí como sus dientes acariciaban mi piel. Gemí. Me pegué más contra él y me dejé hacer. Subió las manos por mi espalda para volver a bajarlas hasta el dobladillo de mi camiseta. Se adentró en ella y empezó a masajear la parte baja de mi espalda mientras sus labios recorrían mi hombro derecho. Cerré los ojos y suspiré. Se estaba en la gloria- Y… Si decimos que no me encuentro bien… Y me llevas arriba un rato… Aunque solo sea a estar abrazados...

-Está muy mimosa esta mañana, Stewart. –Dijo volviendo a besar mi cuello.

-Mmmm… -Fue lo único que pude articular. Entonces escuchamos el sonido del timbre.

-Ha llegado alguien. –Susurró en mi oído.

-Ya lo sé…

-¿Y qué vas a hacer al respecto?

Gruñí y me separé de él, causando la risa por su parte.

-Esta noche te haré mimitos. –Dijo dándome un azote en el culo.

-Te tomo la palabra Pattinson. –Le miré por última vez antes de entrar al salón. En medio de él se encontraba mi padre y Susan, que estaban saludando a todos.

-Papá, Susan. –Me acerqué a ellos. Mi padre me abrió los brazos y abrazó fuerte. Apoyé la cabeza en su hombro y disfruté del momento. Hacía meses que no le veía.

-Mi niña. –Dijo en mi oído- Deja que te vea. –Me separó un poco de él y me miró de arriba abajo. Vi en sus ojos la preocupación- ¿Estás bien, cariño?

-Sí, papá, tranquilo. Me encuentro bien. –Me acerqué a él y besé su mejilla- Siento haberos asustado, pero… Quise decíroslo, pero todos estabais demasiado ocupados como para volar un fin de semana a L.A para escuchar que era lo que os tenía que decir. Así que me callé el embarazo. Prefería deciros esto en persona. Entiende que es algo muy importante para mí.

-Cariño, yo... Si lo hubiese sabido claro que hubiese venido. ¿Por qué no me dijiste que querías que viniese? Si me hubieses dicho que necesitabas decirme algo en persona hubiésemos cogido un avión y estado aquí en cuanto hubiésemos podido. Pero amor, no soy adivino, tienes que decirme lo que quieres. –Me sonrió y besó mi frente- Pero señorita, no entiendo porque no nos llamasteis en cuanto te ingresaron.

-No quería preocuparos, No sabía que iba a pasar, y vosotros no sabíais que yo estaba embarazada… Y luego se complicó todo… Y el segundo bebé… Todo era demasiado confuso, no sabía cómo reaccionar. Pensé que era lo mejor. –La voz se me volvió a quebrar y papá me atrajo hacia el otra vez.

-Ya está cariño. Eres muy valiente y lo estás haciendo genial. –Acarició mi espalda y besó mi pelo- A partir de ahora vamos a estar contigo. No vamos a dejar que nada malo vuelva a pasar.

-¿Y España? –Pregunté limpiándome algunas lágrimas traicioneras. Jopé, sí que estaba sensible.

-España puede esperar, tú eres lo importante ahora. –Sonreímos y volví a abrazarle. Unos minutos después un molesto dolor de lumbares me recordó que no debía estar mucho tiempo de pie. Robert apareció por la `puerta de la concina en ese momento.

-Kristen, deberías sentarte. –Robert acarició mi espalda- John, Susan.-Le tendió la mano a mi padre y besó a Susan. Yo sonreí a Susan y le di un pequeño abrazo. Dejé que Robert me viaje hasta en sofá. Se acomodó y me atrajo hacia él, sentándome en sus piernas. Papa y Susan se sentaron en el hueco libre que quedaba y se agarraron de la mano. Fue en ese momento cuando me di cuenta.

Susan llevaba un anillo de oro con un zafiro adornándolo en el dedo anular.

No comments:

Post a Comment