Monday, October 01, 2012

Review de OTR por Larry Richman en el TIFF 2012



La narración laberíntica estaba por todo el mapa, y me frustraba cada vez más en lo que parecía ser el desarrollo de personajes excesivamente al azar - aunque algo necesarios - eso fue más continuo que la transformación. El guión de José Rivera empieza disperso, al igual que sus personajes, y yo simplemente no estaba recibiendo en ello. En un punto yo estaba solo perdido. A continuación, una epifanía. De repente me encontré convirtiendo invertido en estas almas errantes, empatizando con ellos y sus apremiantes necesidades aparentemente sin rumbo. "En todo el mapa?" "Lost?" La película estaba reflejando el libro en que esta basada. Eso debe ser todo sobre el camino, porque eso es acerca de lo que es la historia. On the Road no sigue la tradicional estructura de tres actos, y no se lo propusieron. Una vez yo tuve ese momento de iluminación comencé a resolver en lo que, después de la primera media hora o así, se convirtió en un cautivante viaje que tanto me atrapado en sus garras que por los créditos cerrados yo estaba aplastado por tener que decir adiós a este elenco. Yo quería más, y habiendo en un punto me encontré mirando el reloj, a pesar de su longitud de más de dos horas, me podría haber quedado tres.




La película, como la novela, se narra en primera persona desde la perspectiva del alter ego de Kerouac Sal Paradise. La Segunda Guerra Mundial acaba de terminar. Sal es un escritor en apuros de Nueva York (redundante?) En busca de una historia y él hace lo que todos los autores se les dice - escribe lo que sabes. Pero, sí, ahí está el problema. No hay mucho para mi. Su sentido del yo no está totalmente formado aún, por lo que depende en gran medida del asesoramiento y aceptación de su perdulario compatriota Dean Moriarty y una mezcla de las almas perdidas atrapadas en la generación errante entre los veteranos con cicatrices de batalla y el todavía-a-ser Baby Boomers. Poco definidos ellos fuera de las sustancias que alteran la mente y bares de jazz en torno al cual giran sus vidas. Sal estuvo en una vida de sexo, drogas y be bop. El decide que las respuestas están en otra parte, física y metafóricamente, así que el se dirige hacia afuera en el camino - en busca de aventuras y experiencias para llenar los puntos suspensivos de su libro y, haciendo, su mente.

A medida que el narrador Sal, interpretado perfectamente por el subestimado Sam Riley ayuda a definir la película. Su naturaleza inquisitiva arrogante todavía permite que él, y el espectador, explorar sus relaciones curiosas con un cierto grado de aceptación. Al hacerlo, somos menos prejuiciosos cuando se enfrentan a menudo a las autodestructivas hazañas de Dean (Garrett Hedlund), las exploraciones sexuales de Carlo (Tom Sturridge), y los caprichos bohemios de Marylou (Kristen Stewart)Aunque familiar para el público, Hedlund, Sturridge, y Stewart habitan sus personajes tan bien que cualquier rastro de su trabajo anterior se desvanece. El papel de Marylou es significativamente menos importante en una historia centrada en el hombre, pero Kristen Stewart vierte todo lo que tiene en ella. Su personaje apenas aparece en la primera mitad de la película, pero cuando Stewart está en la pantalla ella siempre cumple su promesa.

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Gracias a ‏@larry411 
via+traducción LaSagaRobsten

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