FanFic Robsten: "PARA SIEMPRE" (Robert Pattinson & Kristen Stewart) - 9no Capitulo.

Hola!

Hace 5 días pregunté como queríais que subiese:

-Un capítulo un poco más corto cada 5 días.

-Un capítulo largo cada 10 días.

Y la mayoría habéis decidido un capítulo cada 5 días porque os gustan actualizaciones cada poco tiempo. Entonces eso es lo que he decidido. Además en 15 días empiezo bachillerato y no se que va a pasar, pero creo que esta forma es mejor para mi.

En este capítulo hemos hecho una visita al pasado, y no será la última. Podéis criticarme por abrir heridas que están sanando, pero desde mi punto de vista estamos aquí por el pasado, no podemos olvidarnos de el, es algo importante. Y se que cada uno cree en una cosa, tiene una versión, se aferra a algo, al igual que yo. Por eso, os pido que respetéis mi punto de vista de lo ocurrido, y no juzguéis todavía, que queda mucho por ver.

Respecto al capítulo anterior, respondo algunas de las cuestiones o cosas que queréis añadir.

LeiFer12, tu petición la he tomado en cuenta, y creo que vais a tener ganas de darle una paliza al Robert sobreprotector dentro de poco jajajaja. Intento que haya la mayor interacción posible, y la va a haber, pero no se porqué me da la impresión de que RK son menos cariñoso o apegados cuando hay demasiada gente delante, por mucho que sean buenos amigos. Entonces voy a intentar meter mas mimitos cuando estén en público. Gracias por tu comentario, me gustan tus palabras y me haces sonreír. Gracias por leer.

Martha, todos coinciden en lo mismo, odian a Clare. Las hormonas van a acarrear problemas y risas. Y tus deseos son órdenes para mi, va a haber celos y peleas, ya que no eres la única que me lo ha pedido. Vamos, a todos nos gusta ver como Kris saca las garras. ¡Quizás una rubia? Y Tessa es una chica de Twitter, es alguien especial para mi. Gracias por leer y escribirme (:

valcullen Muchas gracias por el apoyo y por leer. Saludos!

Yo soy Stefi, gracias por todo, aprecio tus palabras y que comentes en cada capítulo. Espero que las futuras reacciones no te disgusten. Gracias por leer !

Francisca, Kristen va a hacer de todo, el embarazo no va a ser un impedimento. En lo que me quiero centrar es en el embarazo, pero como tu has dicho pasa mucho más. Un embarazo no es una enfermedad y Kris no está inválida y veremos muchas cosas. Voy a intentar continuar el fic hasta que TGC crezca un poco, cinco o seis años quizás... El tiempo puede pasar más rápido. Gracias por leer y por escribirme!

draculen, me gustaría hablar contigo de alguna forma más privada. ¿Podría ser?

A las demás, agradezco vuestro comentarios, me dan ánimos para seguir e intento hacer todo lo que me pedís.

Sigo haciendo las mismas preguntas. ¿Niño o niña? ¿Queréis añadir algo? ¿Algo no os ha gustado?

Gracias por leer, nos vemos en cinco días... Miércoles.

Aroa, @_TwilightFacts_

CAPÍTULO 9

KRISTEN POV

Me quedé estática. Susan llevaba un anillo de compromiso. Un anillo que no llevaba la última vez. Me fijé detalladamente en el. Era de oro blanco, liso, con un zafiro redondeado en el medio, rodeado de pequeños diamantes. Demasiado ostentoso para haber sido elegido por mi padre. Eso solo significaba una cosa… Compromiso, boda, matrimonio. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.

-¿Estás bien? –Me susurró Robert al oído.

-Os vais a casar. –Dije en alto, sin ningún sentimiento en mis palabras, sin dejar de mirar la mano de Susan. Todos se quedaron callados, mirándome, como si no entendiesen de lo que hablaba.

-Sí, tu padre me pidió matrimonio hace unas semanas. –Dijo Susan sonriente. Ella era la secretaria de mi padre desde hacía años, y desde mi punto de vista la razón por la que mis padres se habían divorciado, aunque no tenía pruebas de ellos y no hacían más que decirme que se separaban porque se les había acabado el amor. Pero yo sabía que Susan se había metido por medio, con su cuerpo operado y sus magníficos cuarenta años bien llevados. Y ahora se casaban. Vale, sabía que mis padres no iban a volver, pero no había día que desease que la relación amorosa de mi padre se acabase. No me gustaba verlo con Susan. Y me gustaba menos que se fuesen a casa, ¡Por dios! ¡Casarse!

Todos se levantaron para dar la enhorabuena a la pareja, incluso Robert, que me dejó en su sitio después de levantarse. El salón se llenó de "felicidades, deseo que seáis muy felices y que gran noticia", pero para mí todo esto era muy obtuso. Que mi padre se volviese a casar, y con la mujer que tenía la culpa de haberse divorciado de mi madre… ¿Cómo se iba a tomar mamá todo esto? ¿Y Cam, Dana y Taylor? Los busqué con la mirada. Cam sonreía, pero ya hacía demasiados años que le conocía como para saber que esa sonrisa era falsa. Nuestras miradas se encontraron, no hicieron falta palabras, sabía que pensaba como yo. Busqué a Taylor y Dana, que estaban hablando con papá. Parecían contentos con la noticia, abrazaban a papá, le felicitaba y sonreían sinceramente. Eso me dolió un poco. Sabía que Susan les caía muy bien, pero, ¿No podían pensar en mamá y en cómo se sentiría? Ellos siempre daban el visto bueno a todo lo que hacían nuestros padres, y siempre decían "Déjales disfrutar, saben lo que hacen" o "Es lo mejor para ellos si así lo quieren". En este momento no me caían bien mis hermanos. Pero sobre todo, de lo que más miedo tenía es que esto separase más a nuestra familia. Ya estaba todo muy dañado, no sé qué podría suceder con la nueva noticia. Yo quería a mi familia, junta y feliz, no rota y peleada. Y por encima de todo no quería que mi padre formase otra familia. Podía ser posesiva y egoísta, pero no concebía a mi padre con más hijos y otra mujer diferente. Aceptaba que saliese con Susan, pero no quería pensar en más.

-Cariño, te has quedado sin palabras.-Mi padre estaba delante de mí, mirándome sonriente. ¿Qué hacía ahora? ¿Qué decía? Esto era peor que cuando recogía algún premio. Todos de observaban atentos… De perdidos al rio, y a utilizar mis dotes de actriz.

-Es que… Es una sorpresa… ¡Guau! No sé qué decir. ¡Felicidades! – Intenté poner mi mejor sonrisa. Me levanté del sofá y volví a abrazar a mi padre. De reojo vi como Cameron negaba y fruncía el ceño mientras miraba a Susan, que hablaba con Taylor. Tessa le susurró algo al oído, que pareció hacer efecto en mi hermano, ya que se sentó en un sofá y sacó el móvil, mostrando indiferencia por todo. Debía de hablar con le más tarde.

-Gracias cariño. –Me dijo papá, mientras me soltaba- Sabía que te haría ilusión. –Acarició mi mejilla.

-Voy a por algo para celebrarlo. –Robert volvió a desaparecer por la cocina.

-No me lo imaginaba. Pensaba que no querías oír hablar de matrimonio en lo que te queda de vida. –Dije recordando lo que tantas veces había dicho cuando hablaba de su futuro con Susan.

-Sí, pero estar al lado de esta mujer me ha abierto los ojos. –Agarró a Susan de la cintura y la atrajo hacia el- Queremos casarnos, comprar una casa en España y formar una familia. Tener niños ahora que estamos a tiempo y tal vez un perro. –Pestañeé. Una familia, ¿Y nosotros que éramos? ¿Cómo podía decir eso? Mis peores miedos se confirmaban, esto acabaría de romper nuestra familia. Papá se alejaría de nosotros, se iría a España con Susan. ¿En qué estaba pensando? El ya no estaba para jugar a las casitas. Él tenía su vida hecha en L.A, con sus hijos, y su futuro nieto.

-Ya veo. –Fue lo único que salió de mí. El ambiente se volvió frio e incómodo, supongo que nadie quería estar aquí, ni siquiera yo. A Cam se le cayó el teléfono y miró a papá con la boca abierta, Taylor se quedó sin expresión y Dana abrió bien los ojos. El resto estaba en silencio. Supongo que para todos sonaba igual de absurdo lo que acababa de decir mi padre- Pensé que nosotros éramos tu familia.- Dije de la forma más rastrera que pude. Mi padre intentó hablar, pero no le dejé- Entiendo que quieras rehacer tu vida, pero no que necesites una nueva familia para hacerlo. –Una única lágrima recorrió mi mejilla. Ahora mismo todo me daba asco. La cabeza me daba vueltas.

-Una botella de Cava para brindar. –Robert apareció por la puerta con copas y cava. Se quedó estático al ver el ambiente.

-Si me disculpáis, creo que voy a vomitar y meterme en la cama. No me encuentro bien. –Dicho esto desaparecí lo más rápido que pude del salón.

Cerré la puerta de la habitación de un portazo. ¿Qué acababa de pasar? Me acerqué a la cómoda, donde una de las fotos que adornaba el mueble era de la premiere de Breaking Dawn Part 2. En ella aparecíamos Robert y yo, y a nuestros lados mis padres y hermanos. La acaricié con nostalgia, en esa época todavía se soportaban, aunque el divorcio estuviese firmado. Papá todavía no salía con Susan. Ahora nada volvería a ser lo mismo. Aunque estuviesen divorciados mi madre seguía amando con toda su alma a mi padre, pero cuando las cosas no funcionan y uno de ellos pierde el amor ya no vuelve a ser igual. El día que me anunciaron la noticia fue…

FLASHBACK

Las cuatro paredes del dormitorio se me caían encima. Ya no podía con mi vida, con la pena, con el dolor… Todo había perdido sentido. Él no estaba, no me había dejado explicarle, se había marchado. Tirada sobre la cama, con una de sus camisetas, miraba al vacío. Hacía días que me había quedado sin lágrimas, ya no salían. Estaba seca. Él se lo había llevado todo, mi corazón, mis sentimientos, mi alma, todo había partido con él cuando decidió dejarme sin oír ninguna explicación. De nada servían mis esfuerzos por hablar con él, las pocas veces que lo había conseguido no había querido escucharme, solo me gritaba cosas horribles y no me dejaba explicarme. Estaba claro que me odiaba, aunque yo no tuviese la culpa… Yo no hice nada malo, solo fui presa del chantaje, de las malas palabras, de las garras del mal. Pero nadie entendía eso, todos habían sacado conclusiones, era la más odiada de todo el mundo, nadie quería saber de mí, si moría mejor. Gente que había considerado amigos ahora me insultaban, y ni siquiera se habían parado a preguntarme que había pasado. Nadie se daba cuenta de que juzgaban sin saber. Cuantas veces había deseado que una cámara grabase todo lo que había pasado, y no lo que menos importancia tenía. Como desearía una sola cámara que grabase todos los chantajes que me había hecho, todo el dolor que había sentido, las amenazas que habían caído sobre mí… pero no era así, y yo me había convertido en la mala de la película en vez de en la victima. Por una vez no era el papel que me correspondía.

Un estridente sonido me sacó del pozo sin fondo en el que todos los días acababa. Era la única llamada que me obligaba a coger, nada de Ruth, amigos o familiares, solo ella. Mi madre era la única que había conseguido que le cogiese el teléfono cada día, a la misma hora. Ella se lo había ganado, me había dejado contarle lo que había pasado antes de juzgarme, me había entendido y apoyado. Ahora mismo era la única tabla que me ayudaba a seguir a flote. Sin ganas busqué el teléfono por la cama y contesté.

-Mamá. –Dije con la voz ronca. Llevaba 24 horas sin hablar. Exactamente desde que había hablado con ella ayer.

-Kris, cariño. –Dijo con la voz rota. Esto no era normal- ¿Qué tal estás? ¿Has conseguido algo? ¿Has comido?

- Ya sabes cómo estoy. No he avanzado nada, ya ni lo intento. Y sí, he comido. –Eso no era del todo cierto, no había comido, no podía comer nada. Tenía un nudo en el estómago y vomitaba lo poco que comía, como cada vez que estaba nerviosa. Lo último que había comido había sido una tostada ayer por la mañana para poder tomarme una pastilla para el dolor de cabeza.

-Cariño tenemos que hacer algo. Déjame hablar con Robert y con Ruth, sobre todo con Ruth. Ella puede acallar rumores. Podemos arreglar las cosas. –Dijo suspirando. Me senté en la cama. La cabeza me daba vueltas.- No puedes seguir así.

-Mamá… Ya hemos hablado de esto. Deja que las cosas sigan su curso. –Mi voz sonaba cansada.

-Está bien, está bien.

-¿Tú qué tal estás? –Pregunté.

-Tu padre y yo vamos a divorciarnos. –Dijo de golpe.

-Mamá… ¿Qué estás diciendo?

-Cariño las cosas no van bien, tu padre ya no es el de antes, está distante desde hace un tiempo, pasamos el día peleando… Siento que ya no me quiere. Hemos decidido que lo mejor es separarnos. –Sentí como las lágrimas resbalaban por mi cara. Ahí estaban otra vez. No era capaz de pensar, mi mente estaba colapsada.

-Pe-pero… ¡No os podéis separar! –Grité.

-Kristen, esto no tiene nada que ver en poder o no poder. –Parecía agotada- Esto tiene que ver con que es lo mejor para todos, y tu padre y yo ya hemos decidido.

-¿Y no podéis arreglarlo? –Me levanté de la cama y empecé a caminar por la habitación.

-Esto no tiene solución.

-¡Claro, lo tuyo no tiene solución pero lo mío sí! ¿No? - Agarré el teléfono con furia- Tú quieres arreglar lo mío pero no me dejas arreglar lo tuyo.

-Kristen no hay nada que arreglar. Tu padre y yo vamos a divorciarnos y no hay vuelta atrás.

-Muy bien mamá, haz como siempre. –Colgué el teléfono y lo tiré contra la pared.

¿Qué más podía pasarme ya? ¿Me merecía yo todo esto? Me senté en el suelo. Las lágrimas nublaban mi visión. Esto no podía estar pasándome a mí. Ahora es cuando me preguntaba que había hecho yo para merecer todo esto. Yo sé que no podía hacer nada si mis padres habían decidió divorciarse, pero había muchas formas de arreglar las cosas y no acabar en divorcio cuando se empezaban a tener problemas. Pero al parecer para ellos no existía la forma de seguir juntos. ¿Habrían parado a pensar como nos sentiríamos mis hermanos y yo? Ni siquiera nos habían dado tiempo para asimilarlo o intentar arreglarlo. ¿Cómo se supone que debería de sentirme ahora? ¿Bien porque mis padres dejarían de sufrir? No… Sabía que esto era el fin de nuestra familia. A partir de ahora todo cambiaría. Estaríamos divididos y cada vez que nos juntásemos todos sería incómodo. Conociendo a mis padres pronto les sería imposible verse… Ningún divorcio acababa bien. ¿Pero por qué ahora? ¿Por qué cuando más los necesitaba? Eso me hacía pensar que yo era la culpable de la separación. Que habían pasado cosas en estas últimas semanas. ¿Se separarían por mi culpa? Escondí la cabeza entre mis manos y lloré. ¿También tendría yo la culpa de esto? Hace un mes estaban perfectamente enamorados, Robert y yo estuvimos comiendo con ellos y mis hermanos en su casa. No entendía nada. ¿Era yo la que había fallado? Sentía que estaba jodiendo la vida de todos a mí alrededor. Era una miserable. Era una mierda. Todo era mi culpa. Volvía a caer al pozo sin fondo. Al pozo donde los problemas se abalanzaban sobre mí, a la vez que la culpa y el miedo.

Me acurruqué en el suelo y dejé que las lágrimas se llevasen todos mis sentimientos y pensamientos. No quería moverme, no quería pensar. Solo me apetecía desaparecer. Me tapé la cara con las manos y sollocé durante horas, como llevaba haciendo estas dos últimas semanas, hasta que no me quedaron fuerzas, hasta que fui transportada al mundo de los sueños.

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El sonido de mi móvil me despertó. Abrí los ojos confundida. Había vuelto a amanecer. Llevaba horas en el suelo. Me dolía el cuerpo, tenía los ojos hinchados y mucha sed. Pero no me moví ni contesté. Recordé todo lo que había pasado ayer y nuevas lágrimas mojaron mi rostro. Me encogí más y volví a llorar, por mis padres, por Robert, por el estilo de vida que llevaba, por no hacer nada para parar todo lo que me estaba sucediendo, por todo el dolor que sentía, por la rabia, el coraje, por todos los sentimientos encontrados. Lloré por todo, hasta que el cansancio volvió a poder conmigo y caí nuevamente en los brazos de Morfeo.

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Me sentía débil, cansada, adolorida. Veía como se ponía el sol y como volvía a aparecer. Había perdido la cuenta del tiempo que llevaba en el suelo sin moverme, creo que dos días. Pero para que moverme, si mi mundo ya no tenía ningún sentido, carecía de esperanza para vivir. Supongo que si muriese nadie notaría mi ausencia, ahora mismo era tan odiada que daba igual lo que me pasase. Cerré los ojos e imaginé un mundo en el que era feliz al lado de Robert, en el que las cámaras no me seguían día y noche y podía amar mi profesión. Un mundo en el mis padres eran felices juntos. Un mundo en el que no había necesidad de pasarme las horas tirada en el suelo de una habitación sin moverme.

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Escuchaba voces, el timbre de la puerta y todos los teléfonos de la casa sonar, pero tampoco me moví. Tenía frio, aunque estuviésemos en verano. Me encogí más sobre mi misma. Creo que ya ni tenía fuerzas para levantarme. Abrí los ojos un segundo para mirar la ventana. Volvía a amanecer. Otro comienzo, otro día, otra agonía. Ya ni lloraba. La oscuridad volvió a arrastrarme y me dejé hacer. ¿Me estaría muriendo? ¿Importaría acaso?

Sentí como tocaban mi cara, como me zarandeaban y algunos murmullos. Abatida abrí los ojos… Había varios rostros cerca de mí.

-¡Kristen! ¡Dios mío! ¡Creímos que algo te había pasado! –Intenté enfocar la vista para adivinar quién me hablaba, pero fue imposible. Sentí como me levantaban del suelo. Gemí de dolor. Unos brazos me rodearon y apoyé la cabeza en su pecho. Mi cuerpo parecía plastilina, no tenía fuerzas moverme o para contestar.

-No te voy a volver a abandonar, no te voy a dejar sola. Nunca, Kristen, nunca. –Esa voz… me hablaba al oído, sentía su respiración en mi oreja, y varias lágrimas mojaron mi hombro. Como pude agarré con fuerza su camiseta y empecé a llorar.

-Rob…-Gemí sin fuerza.

Rob, Rob, Rob…

-Shhh… Estoy aquí, estoy aquí. –Me tumbó sobre una superficie plana y mullida. Noté como varios pares de brazos me quitaban la camiseta, pasaban algo húmedo por mi cuerpo, me secaban y volvían a vestirme. Escuchaba murmullos, pero no entendía lo que decían, solo escuchaba la respiración de Robert en mi oído y sentía el agarre de su mano con la mía. No tuve fuerzas para abrir los ojos. Me taparon con algo. Poco a poco el frio fue desapareciendo.

-Creo que está deshidratada. –Era la misma voz de antes… Scout.

-¿La llevamos al hospital? –Reconocí a Suzie, parecía asustada.

-No, hay ppz fuera, y tampoco es necesario llevarla. -¿Qué hacía Ruth en mi casa…? Todo era tan confuso… ¿Quién tenía que ir al hospital?- Scout trae agua y algún yogur o algo que pueda comer sin masticar…

-Vas a estar bien…-Robert volvía a hablarme al oído. No me podía creer que estuviese aquí. ¿Qué había cambiado? No entendía nada. Estaba hecha un lio y tenía un fuerte dolor de cabeza. Definitivamente estaba muerta. No, porque si estuviese muerta no sentiría dolor. Debía estar soñando. Eso sonaba más razonable. Esto era fruto de mi mente.

Medio inconsciente me obligaron a beber agua y comer un par de yogures. Después Robert se tumbó a mi lado y me abrazó. Me gustaba mi sueño… Me parecía a Bella. Tal vez me la encontrase por algún lado. Podíamos tener una cita doble, Edward y Bella y Robert y yo…. Estaba empezando a desvariar…. Me acurruqué en el pecho de Robert y me dejé llevar.

-Duerme pequeña, yo cuidaré de ti. –Como si de una orden se tratase me fui quedando dormida mientras acariciaba mi espalda y me cantaba al oído.

Fuese sueño o realidad todo volvía a ser como antes.

FIN FLASHBACK

Varios golpes en la puerta me hicieron volver del doloroso pasado.