Tuesday, November 26, 2013

FanFic: "EVERY BREATH YOU TAKE OF ME - SEGUNDA TEMPORADA" (Robert Pattinson & Tú) - 60vo Capitulo.

HOLA HERMOSAS <3 Okay, siento el retraso!! se que el sábado tuve que haber subido capitulo pero de verdad tuve un fin de semana muy ocupado y no tenia el capitulo listo :( no volverá a suceder y mucho menos ahora que ya no queda nada para el final de la historia :'(( espero que disfruten este capitulo y como siempre, agradecerles eternamente por la preocupación y el apoyo a la fanfic, son las mejores <3.

ANI(:

CAPÍTULOS ANTERIORES REVISARLOS AQUÍ :)

EVERY BREATH YOU TAKE OF ME.
SEGUNDA TEMPORADA.
Capitulo 60.


Como olvidando totalmente lo que había sucedido la grandiosa noche pasada, salimos del fabulosos lugar camino a nuestra casa, necesitaba realmente cambiarme de ropa y bueno él también lo quería. Al entrar a casa estaba todo en un profundo silencio. Camine enseguida hacia el cuarto buscando directamente dentro de uno de los cajones algo ligero que ponerme, lo que fuera. 

-...estaremos allí dentro de un par de horas...¿no le hace falta nada a Leonard?- le vi entrar en el cuarto con el teléfono en mano, de seguro hablaba con alguna de las mujeres de su familia. saque mi vestido rápidamente y luego puse una remera para luego colocare mis jeans azules junto con unas simples zapatillas. Mire nuevamente a Robert quien estaba teniendo problemas para deshacerse de su ropa, me acerque a él tratando de ayudarle. saque su saco y luego desabroche su camisa, estábamos algo realmente más que acelerados, me moví hacia el gran closet donde guardábamos nuestra ropa y saque una remera junto con una sudadera negra gruesa, él tomo la remera en su mano, alce la mirada a su rostro. 

-lizzy, no pasa nada...-hablo contra él teléfono algo más que fastidiado. 

-estas equivocada. nos vemos en un rato- dijo colgando el aparato. le mire detenidamente. Y aun podía percibir que sentía algo de terror, tenía miedo pero no sobre mi o algo parecido. no podría soportar realmente él que algo le sucediera, aun que sabía muy bien que nadie podría cuidarse a sí mismo como él y aun mas cuando se trata de una situación con ella. Y de repente volví a maldecir el solo hecho de haberla nombrado mentalmente, habíamos pasado los últimos meses mas increíbles, sin el fantasma de ella, sin preocuparnos o lo que fuera por la maldita esa. Y no era para nada un tema de desconfianza contra él, solo que no podía tolerarlo, como antes no lo hacía y ahora tampoco, ahora mucho menos después de todos estos meses increíbles...el que ella estuviera a unos centímetros de él. Y no sabía si era bueno o malo el no sentirme culpable por eso, o aun peor el no sentir algún sentimiento de pena hacia ella por la situación que estaba pasando y es que en el fondo no podía estar más interesada en la opción de ella despareciera totalmente de nuestras vidas para siempre. 

sentí el toque de sus labios sobre mi frente cerrado los ojos a los segundos disfrutando y tratando de regalarme a mi misma gracias a ese toque. mis manos volaron por detrás de su espalda apretándole contra mi sintiendo infinitamente ese olor tan único y especial que él tenía para mí.se separo de mi uno centímetros mirándome ligeramente luego hacia abajo. 

-promete algo, __________-susurro. 

-depende- respondí a los segundos. 

-no, tendrás que prometerlo si o si- dijo con tono completamente seguro. asentí de mala gana hacia él. sus manos acariciaron parte de mi cintura con ternura. -si algo se sale de control te irás, _________. no importa que sea, Bill ira con nosotros y tú te irás con él en el minuto en que yo te lo pida- solo le observaba detenidamente sin haberle respondió a sus palabras. -lo harás. no dejare que nada malo te suceda- me dijo nuevamente con esa seguridad que era incluso reflejada en su bella mirada. 

Sin mucho que pensar tome su rostro entre mis manos y le dedique el más profundo y tibio beso que en ese momento sentía y necesitaba darle. la presión de sus manos detrás de mi espalda hacia él no me dejaban con ninguna gana de separarme de él en ese momento. yo podría pasar todo el tiempo del mundo de esa forma, besándole sin cansarme si quiera o solo observándole y estoy completamente segura que de eso jamás me cansaría, él era totalmente una maravilla para mí de esas de las cuales pase lo que pase, en la situación que estés no puedes apartar tus ojos o lo que sea de él. 

-vamos, nos esperan afuera- dijo separando nuestros labios. 

-¿quién?- pregunte 

-Bill y Jack, no sé si él ha...-se callo de pronto, mi mirada que estaba enfocada en ese pequeño instante en cuello voló enseguida a sus ojos. su ceño se frunció y su mirada cambio profundamente. Y de repente escuche lo que de seguro él había escuchado anteriormente. Mire detrás de mi hacia la salida de nuestros cuartos, no diferenciaba bien si eran solo golpes, o si lo eran solo que luego eran solo como movimientos de cosas. Le observe nuevamente cuando él dio un paso adelante, alcance a tomar su mano y él me observo de vuelta. 

-Robert...-susurre. mi susurro salió algo ahogado y con un poco de temor. 

-tranquila...-murmuro para mí para a los segundos comenzar a caminar nuevamente. Salimos del cuarto mirando con cuidado, él me había puesto detrás de él como siempre solía hacerlo como para protegerme o algo así y ahora mismo no me sentía cómoda con eso. Caminos por el pasillo y no había una distancia tan larga entre los cuartos, después de nuestro cuarto había que dar unos pasos para entrar a una pequeña biblioteca y mas allá caminar un poco más para llegar al cuarto de nuestro pequeño. Y mientras más nos acercábamos allí, el ruido era más notorio pero de repente solo se detuvo, y me sentía totalmente aterrorizada de pronto, con un nerviosismo que recorría todo mi cuerpo de punta a punta. Él separo nuestras manos y dio unos pasos antes de mi quedando justamente en la entrada del cuarto y para mi mala suerte no dejaba que viera nada, estire mi mano hacia él, manteniéndola sujeta en su espalda, presionando contra la tela gruesa de su sudadera. 

Él volvió a dar unos pasos mas dejándome ver el lugar y comprendí enseguida al ver todo alrededor que no iba a ser necesario el que fuéramos por ella, ella estaba ya aquí. 

El cuarto de nuestro pequeño estaba completamente hecho un desastre y sin duda me dolió el verle de esa forma pero por un momento me sentí aliviada dentro de todo lo malo, agradecía él que mi bebe estaba lejos de allí o que no hubiera estado en casa cuando ella habría, no sé cómo, entrado en la casa, ese era mi único gran alivio en ese momento, él estaba completamente a salvo. Levante la mirada observándole primero a él y luego delante de él y nuestras miradas se cruzaron, ella lucia aun más delgada y pálida de la última vez en que le había visto, traje algo de saliva con dificultad desviando la mirada hacia él suelo, note que estábamos a solo unos cuantos pasos de ella, volví a dedicar a mirarla desde abajo hacia arriba, vestía simple totalmente: un vestido blanco corto, sin una gota de maquillaje, su cara estaba totalmente sin vida y eso de repente golpeó en mi y sentí algo, recordé las palabras de antes dichas por Robert y como le había visto yo la última vez a ella, y realmente estaba mal, sinceramente muy mal. 

-Michelle..-mire su rostro y ella le sonrió como alguna vez antes le había visto dedicarle ese gesto a él. -...dámelo si- le observe a él y luego a ella mirándole aun mas con detención y sentí literalmente como el corazón se me paralizo al ver el filudo cuchillo que sujetaba en su mano al tiempo que por mi mente pasaba todo lo anterior, ese momento, esa noche en la que sentí que perdía a la persona que mas amaba en la vida. él tendió su mano hacia ella y aun mas pánico sentí. 

-Robert...-le llame despacio, con su otra mano que estaba sujetando ahora la mía, me indico que me detuviera. él seguía observándola a ella y ella hacía lo mismo hacia él. 

Note como de pronto ella comenzó a llorar pero era solo lagrimas que caían, no eran acompañadas por ningún sollozo o algo por el estilo, pronto sus ojos comenzaron a quedar de un color rojo a las orillas por el mismo llanto. -te he echado de menos- le susurro a él. -me has dejado sola nuevamente...-él negó sutilmente, le observe notando que estaba a unos pasos ya alejado de mi y se estaba de a poco acercando a ella. 

-no es verdad...-susurro él de vuelta. -dame eso y ven aquí junto a mi- dijo tranquilo, manteniendo ese tono frágil y algo especial hacia ella. mi mirada ahora solo estaba enfocada en ese puto cuchillo y quería que solo se lo diera o lo tirara lejos, pero que estuviera lo más lejos posible de él. 

-sabes que no sería capaz de usarlo contra ti...-ella le dijo y al instante sentí su mirada en mi y ni fue miedo el que sentí o cualquier otro sentimiento similar, al contrario, me sentí totalmente aliviada, si ella estaba literalmente diciendo que me mataría y a mí no me interesaba, mientras a él no le suceda nada malo, nada mas importaba para mí. Mire ligeramente hacia él notando como su rostro sutilmente miraba a un lado tratando se seguro cerciorarse de que yo seguía allí, note como su mandíbula se tenso en un solo acto. 

Note algunos pasos detrás de mi pero ni fui capaz de sacar la mirada desde mi frente. De repente Robert volvió a acercársele y ahora casi totalmente, sentí como mi pecho se presiono contra sí y el aire me costaba obtenerlo. Su mano acaricio la parte superior de su brazo y ella totalmente disfruto eso, cerro la mirada mientras sentía como la mano de Robert bajaba por su delgado brazo hasta su mano, detuvo la suya sobre ella un par de minutos dándoles pequeñas caricias allí para luego con toda rapidez pero en calma saco el cuchillo desde su mano y yo respire nuevamente aliviada. 

Me observo extendiendo a los segundos el cuchillo hacia mí, lo tome para luego ser arrebato de mis manos por detrás, mire y era Andrew quien se había encargado de el esta vez. Rápidamente volví a mirar a mi frente viendo como ella recostaba su rostro en el pecho de él con total necesidad, una de sus manos se sujetaba en el costado de su torso mientras él frotaba sus manos alrededor de su cuerpo con total delicadeza y preocupación; y yo sentía que esos escasos segundos habían sido completamente los las infinitos. Mire a Robert directamente a esos hermosamente verdes y él me observaba a mí como con profunda melancolía, con esa misma culpa que hace unas horas había nuevamente en su mirada, parpadeé un par de veces para luego tratar de regalarme la sonrisa más sincera posible.

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