HOLA AMORES*-* vengo a dejarles la continuación del capitulo anterior. espero que lo disfruten de verdad jiji muchas gracias como siempre por las visitas y el apoyo a la fanfic, son las mejores <33. nos vemos el martes con mas!!
SUMARIO
CAPITULO 5
EVERY BREATH YOU TAKE OF ME.
SEGUNDA TEMPORADA.
Capitulo 31.
Apoye mi espalda totalmente sobre la pared al tiempo que le atraía a él conmigo devorando sus labios, mordiendo y lamiendo lo que era solo mío, lo que me pertenecía antes, ahora y lo que siempre me pertenecerá. sus estocadas eran lentas, una tras otras pero totalmente profundas, ya el dolor no estaba, era todo dentro solo ese placer, esa energía increíble que solo él era capaz de transmitirme. apreté mis piernas alrededor de sus caderas y él hizo un movimiento más profundo con las caderas haciéndole sentir más adentro, casi tocando el final. una de sus manos subió por mi cuello acariciando allí, tomo mi mentón y volvió a unir nuestros labios, su lengua caliente atravesó mi boca con fuerza reclamando su derecho.
su mano rasgo un poco la lencería para que así pudiera dejar libre mis senos, los toco con la misma mano, apretándolos con fuerza, pellizco con sus dedos sobre mis pezones produciendo esas pequeñas corrientes de electricidad que recorrían todo mi cuerpo. el turno de su boca sobre ellos no demoro nada, lamio, mordió y succiono con total gana y necesidad y sentía que poco a poco el calor de nuestros cuerpos me llevaría al final. deposite castos besos sobre sus hombros mientras él seguía disfrutando de mi cuerpo y yo disfrutaba totalmente eso, sentir su toque, sus besos, todo de él.
de repente él bajo mis piernas de sus caderas dejándome nuevamente sobre el suelo. abrí la mirada enseguida, iba a reclamar cuando mi marido tomo mis caderas dándome vuelta quedando de frente hacia la pared, sonreí totalmente complacida para mí.
-será menos incomodo...-susurro, sus palabras salieron totalmente posesivas, con fuerza. su cuerpo se apego al mío totalmente, piel contra piel. el calor que irradiaba del suyo, realmente, no podía distinguir si era mayor que el de mi cuerpo o simplemente eran uno solo. su mano acaricio uno de mis senos, mientras sentía como su mentón acariciaba parte de mi hombro y luego sus labios mi cuello, solo roces, nada más que roces. presiono nuevamente con fuerza mi seno para luego dejar que su mano descendiera por sobre mi barriga hasta debajo de ella, muy debajo. de repente sentí sus dientes morder el lóbulo de mi oreja, inmediatamente mi mirada se cerró disfrutando de ese lujurioso toque para mí, la sensación única de esa mordida se concentro en mi vientre donde todo estaba en su tope, a punto de explotar de lo forma más exquisita posible.
sus dedos tocaron mi sexo, fue como una caricia pura, pequeña y rápida para luego introducir rápidamente dos dedos dentro de mí. mi cuerpo se tenso en el acto pero trate de relajarme de la forma más rápida posible para así poder sentir ese toque en su punto máximo. estaba tan entregada a su toque que cuando volvió a introducir su miembro no fue doloroso, nada. su juguetona mano se movió un poco más arriba, un centímetro y comenzó a ayudar en mi estado total de frenecidad mientras tocada mi clítoris, sus dedos siempre eran tan precisos y delicados pero sobre todo precisos.
presione mis manos contra la pared que en ese momento la sentí mas o igual de caliente que mi cuerpo, que él. sus estocadas eran rápidas, una tras otras. hizo una pausa, la cual fue totalmente en un segundo, y su movimientos de caderas fue igual que antes, lento, lento y profundo. levante mis manos sujetas sobre la pared, sobre mi cabeza y me incline un poco, sentí como él dio uno o dos pasos hacia atrás y como sus manos se apoderaban de mis caderas presionando con fuerza sobre ellas, acariciando. y comenzó nuevamente con su penetración fuerte y dura y esta era la sensación que extrañaba tanto de él, sentirme totalmente bajo su poder, bajo su puro y exquisito placer. acerco nuevamente su cuerpo al mío, totalmente juntos, sus manos se apoderaron de las mías las cuales aun seguían sobre mi cabeza al tiempo que sus labios besaban y su lengua caliente lamia lo que en ese momento podía de mi cuerpo, sus últimas fuertes y profundas estocadas llegaban a tocar mi pared final, le sentía completamente dentro, hasta el final duro y fuerte y duro y fuerte...hasta que nuestro placer acumulado encontró vía libre a través de nuestros labios en un solo y gran grito.
***
-¿te encuentras bien?- me pregunto nuevamente. rodee los ojos hacia él.
-lo estoy, de verdad. estoy de maravillas- dije pasando a un lado de él dirigiéndome al refrigerador. robert se acerco al horno mientras comenzaba a cocinar para mí la tortilla de huevos que le había pedido. saque el jarrón grande de jugo para servirme un poco en un vaso. tome un sorbo de jugo dedicándome a mirarle a él ahora.
-no quiero que te preocupes tanto por cómo me sienta cada que tengamos sexo- las palabras salieron tan fluidas de mi boca y como sin preocupación que totalmente me sorprendieron. y a él también. me observo regalándome una semi encantadora sonrisa. sin duda era un logro que lo haya dicho sin titubeos. me acerque más a él, quedando a un lado apoyando mi cuerpo en el mueble de la cocina. le observe detenidamente tratando de realmente adivinar en que él estaba pensando pero su mirada estaba demasiado concentrada preparando la tortilla que no la movió de lugar por largos segundos. de repente él me miro sorprendiéndome observándole.
-dime que estabas pensando- le apure. su mirada cayó al suelo y luego subió unos centímetros a mi cuerpo, él sonrió. llevaba puesta una de sus remeras. luego volvió a observarme, ojos verdes bellamente brillantes estaban en mi.
-¿sabes cual es realmente el problema con el sexo?- alce las cejas en un puro acto de declararle que se apurara en responder. el resoplo. su mano se movió sobre el horno haciendo que se apagara la llama de fuego y rápidamente dejo la tortilla ya lista sobre uno de los platos blancos que había a un lado de nosotros. me indico que me sentara en uno de los taburetes de la cocina mientras dejaba el plato sobre ella. hice lo que me indico pero en vez de ponerle absoluta atención en mi plato se la puse a él. tomo uno de los taburetes sentando sobre el aun lado de mi.
-el problema eres tu _________- sin duda me sorprendió que dijera eso. parpadee un par de veces antes de decir algo pero él se me adelanto. -contigo pierdo el control de una manera tan fácil y rápida -hizo una pequeña pausa y me sentí nuevamente aliviada. no era algo malo como creía.-¿te has dado cuenta de lo que ha pasado hace un rato?- su mirada estaba clavada en mi, bellamente.-basta solo un toque tuyo o a veces incluso hasta una palabra y pierdo la claridad. ese es el poder que tienes sobre mi y es a eso de lo que tengo miedo.- ¿miedo? entrecerré la mirada. aclare un poco mi garganta.
-no tengas miedo...- pausa-...de nada. nunca me has hecho daño. ahora mismo estoy perfectamente. y te puedo asegurar que él también lo está.- una leve sonrisa se formo sobre sus labios al termino de mis últimas palabras.-...no sé que me sucede, no sé si es culpa de mis hormonas o lo que sea, pero...te necesito. y siento que cada día esa necesidad crece más y no quiero que tú me prives de eso. no ahora, no ahora que si podemos tenernos el uno al otro con plena libertad. ya sabes que pasara después...asique por favor...-pausa. él me observaba con determinación total. -no te pongas idiota con el tema del sexo.- solté de una, él rio a mi petición. me observo unos segundos pensando quizás en que cosa para luego asentir delicadamente.
-con una condición- no, condiciones no. -¿cuál?- pregunte enseguida. - que a la menor molestia me lo dirás. que cuando ya no te sientas cómoda me lo dirás. tienes que hacerlo __________- su voz sonó con suficiente fuerza para darme cuenta de que lo decía mas que enserio. yo asentí segura ante su anterior petición. Sonreí de oreja a oreja mientras iba a dedicarme a comer mi tortilla de huevo. De repente su mano tibia subió la remera hasta la mitad de mi barriga. poso su mano sobre la pequeña barriga que estaba allí. Al escuchar la pequeña risita de mi hombre le mire.
-¿qué pasa?- le pregunte sonriendo.
-¿tienes más de estos?- pregunto tirando la tela de la lencería de tenia aun puesta. reí por lo bajo mientras terminaba de masticar un trozo de tortilla. -puede ser- murmure. él acerco su cuerpo un poco más al mío, su proximidad ya era absoluta.
-te quedan fabuloso ___________, ahora mucho mejor que antes- susurro, sus manos comenzaron a acariciar mis piernas haciendo que su tibio toque produjera algunos cosquilleos. yo sonreí. -estoy de acuerdo en eso contigo. antes sobraba mucha lencería- él rio entendiendo totalmente a lo que me refería.
-tu cuerpo siempre ha sido perfecto y lo seguirá siendo.- murmuro sobre mi hombro. sus manos iban subiendo poco a poco por mi cuerpo, debajo de la remera.
-¿incluso aunque luzca como una ballena?- soltó nuevamente una risita donde le acompañe a los segundos. él asintió -incluso así. serás la más hermosa- solté esta vez yo una pequeña risita. sus manos debajo de la remera alcanzaron una de sus partes preferidas en mi cuerpo, comenzó a acariciar despacio.
-te amo __________- le observe hacia un lado sin poder evitar que mi sonrisa saliera de mis labios a los segundos. y yo lo amaba, lo amaba con todas las fuerzas que alguien podía amar a una persona. le amaba con la misma intensidad y pasión que hace diez años atrás. le amaba y por sobre todo siempre le amaría.
Tome su mentón y le acerque a mi conectandonos en un dulce beso. sus manos rápidas me atrajeron hacia él mientras el sonido de la oscuridad nos hacia compañía en las horas que eran interminables para nosotros, en esas horas donde solo éramos uno, donde solo dedicábamos a disfrutar las fracciones de tiempo amándonos el uno al otro de la mas única y profunda manera.
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