FanFic Robsten: "PARA SIEMPRE" (Robert Pattinson & Kristen Stewart) - 6to Capitulo.

Espero que os haya gustado y me no me pongáis de mala, que en todo nubarrón hay rayitos de sol. También quiero añadir que ningún fic son todo alegrías, hay que tener un poco de drama, en cantidades razonables. Si yo, como escritora os hago sufrir es porque lo he aprendido de lo que yo he leído… Vale… Y porque me gusta el drama. Ojo por ojo, diente por diente. Pero os prometo que no os voy a hacer sufrir, y a Kris tampoco.

Me gustaría saber si ha quedado bien el POV Robert y si queréis que haya más a lo largo del fic. Me ha costado un poco escribirlo pero creo que ha quedado bien.

También quiero que vayáis pensando si queréis niño o niña, ya que yo no logro decidirme.

¿Qué os ha parecido el capítulo? ¿Algo que añadir? ¿Qué pensáis de todo esto? ¿Cómo creeréis que continuará?

Dejar reviews y darle a favoritos.

Me hacéis sonreír y seguir adelante con vuestros comentarios, no dejéis de hacerlo.

Gracias a mi beta Liah por ayudarme a escribir y a Tessa, Vero, Katy, Ani (KrisbianDiary), chica_stewart, TwilighterTVD, nachi299, TenebraeCullen, isa_bella_vas, mevioloasheeran, Stefi_Robstener, AMartinez13_, elena_9_tq, Vaneza_Ossa, AndreaFrostland y a lizbethroldan5 (perdón si me olvido de alguien)

Gracias también a todas las chicas que dejáis comentarios y a todos los que leéis.

Aroa, (Twitter _TwilightFacts_)

CAPITULO 1

CAPITULO 2

CAPITULO 3

CAPITULO 4

CAPITULO 5

PARA SIEMPRE

CAPITULO 6.

Miedo.

-¡Tú fuiste la que se puso el DIU porque te dio la gana! ¡Tú te has quedado embarazada! ¡A ti te han sacado el DIU ocasionando problemas! No es mi culpa que el embarazo sea de riesgo. –Eso había dolido. Me quedé quieta en el sitio sin moverme. Yo era la culpable del Diu, sí, pero de nada más. No era mi culpa quedarme embarazada, y menos que fuese de riesgo- No quería decir eso…

-Pero lo has dicho. –me levante del sofá y fui directa a las escaleras- Buenas noches a todos.

-Kris…-Robert fue detrás mía. Me giré un instante a mitad de la escalera.

-La has cagado Pattinson.

Cerré la puerta del dormitorio de un portazo. Estaba… ya ni sabía cómo me encontraba hoy. Pasé en el baño, puse la música lo suficientemente alto para no escucharme llorar, me desnudé y entré en la ducha. Dejé que el agua caliente me calmase, necesitaba relajarme, no quería pensar en nada.

ROBERT POV

¿Qué acababa de hacer? ¿Cómo había podido decir eso? ¿En qué momento dejé que me controlase mi polla? ¡Yo no pensaba nada de lo que había dicho! Reconozco que cuando me enteré de lo del DIU sí que le eché la culpa de habérselo puesto, pero ese pensamiento duró segundos. La culpa del embarazo y del Diu era mía, solo mía, por obligarla a algo que ella no quería. ¡ESTÚPIDO!

-Mmm…-Tom fue el primero en romper el silencio. Yo seguía parado en el comienzo de las escaleras- Deberíamos irnos…

-¡Robert! ¿Qué coño acabas de hacer? –Scout fue hasta mi lado y me zarandeó- ¡Explícamelo, me he perdido!

-Pensé que estabais bromeando. –Katy se dejó caer al sofá.

-Se me fue de las manos. –Imité a Katy y me tiré en el sofá. Como cada vez que estaba nervioso empecé a tirarme del pelo- Estos días está siendo demasiado… Demasiadas cosas de golpe. Mi cerebro tiene un límite, y cuando llega a él, salta y explota. Estoy irritante, suelto lo primero que se me pasa por la cabeza.-Suspiré. Todos se habían vuelto a sentar y me escuchaban- Creo que tengo demasiado miedo. Hoy he podido jurar que Kristen ha estado a punto de perder al bebé.

-Rob… ¿Por qué iba a perderlo? Kris es mucho más fuerte que una panda de ppz y unas cuantas nauseas. –Scout se sentó a mi lado.

-Porque Ann nos dijo que es un embarazo de riesgo y que esta semana Kris no debía de estar expuesta a presión, nervios y cambios bruscos de humor. Tenía que estar calmada y en reposo.-Era un gilipollas al haber accedido ir a la bolera. Por mucho que me prometiese que iba a estar todo el rato sentada y haría nada raro- Es una semana clave, ya que al quitarle el DIU, este rozó la bolsa amniótica y, además, porque al quitarle el DIU su cuerpo tiene que readaptarse. Puede que haya pérdidas o que Kris tenga un aborto con mucha facilidad, y más estos días. –Convertí mis manos en puños, los nudillos se pusieron blancos- Y encima yo voy y peleo con ella, por lo más estúpido del mundo.

-¿Por qué no nos habéis contado eso? ¡No hubiésemos ido a la bolera! –Suzie se levantó y empezó a dar vueltas por el salón- ¿Y si está mal? Voy a subir…-Se encaminó a las escaleras. Jack la paró antes de que empezase a subir.

-Si algo hemos aprendido de Kris, es que hay que dejar que se relaje sola, si vamos es peor.-Dijo. Suzie bufó y se sentó en las escaleras. Jack la imitó.

-Todo es demasiado. –Dije tapándome la cara.

-¿Qué todo? –CJ preguntó.

-Todo. Ha llegado todo de golpe. El embarazo, las precauciones, los peligros y los miedos, el riesgo, la pérdida. Que mi madre me mintiese, que Kristen me abandonase. Que me enterase del embarazo y de los riesgos de seguir adelante. –Tenía ganas de llorar- Desde que salimos del médico vivo con miedo de que pase algo malo. Sabéis como es Kristen, ella misma podría provocarlo al no querer estarse quieta y por culpa de su cabezonería. Yo no soy lo suficiente para protegerla y sé que algo malo va a pasar. Antes de ayer se llevó un disgusto por parte de su madre, ayer por parte de su padre. Casi entra en depresión por todo lo que pasó estos meses, podría hacerlo ahora más fácilmente por culpa de las hormonas. Y encima hoy ha tenido que pasar por todo eso en la bolera. Estaba atacada y yo no sabía que hacer, no apartaba a los mierdas de los ppz con suficiente rapidez. Ahora les ha cogido miedo y se siente indefensa delante de ellos.-En este punto de la conversación mi voz estaba cargada de nerviosismo y miedo.

-Rob…- Katy me abrazó- Todo esto es demasiado para haber pasado en tan poco tiempo. Estás confuso y tienes miedo.

-Tío, te entiendo, y eso que yo tuve meses para adaptarme. Lo estás pasando fatal y hoy los nervios han podido contigo. –Tom me miraba desde su sitio- Ver a Kris en ese estado en la bolera y no poder hacer nada para remediarlo es duro. Te ha entrado el pánico. Tu cerebro no da más de sí. Has pagado con ella lo que te gustaría haber pagado con tus padres, los suyos o los malditos ppz. –Suspiró- Lo mejor es que hables con ella y le cuentes todo lo que nos has contado. Últimamente tenéis problemas de comunicación. Contaros las cosas, no os las guardéis.

-Tom tiene razón. –Ashley cogió sus cosas- Kris lo va a entender. A todos nos pasa, pagamos los platos rotos con quien no lo merece. Vámonos, aquí no pintamos nada, esto es entre ellos. –Me abrazó antes de salir por la puerta. Tamra, Alicia, y Jack (London) la imitaron y salieron por la puerta, no sin antes repetirme que no tuviese miedo, que todo iba a salir bien.

-Tranquilo tío, verás cómo lo solucionas. Hablar las cosas. –Tom me revolvió el pelo.

-Llámanos si pasa algo. –Katy se levantó del sofá no sin antes abrazarme.

-Sí, y mañana contarnos que tal todo. –Suzie se levantó de las escaleras.

-Sobre todo estate tranquilo y quítate los miedos de encima. –CJ me miró sonriendo.

-Y cuida de Kris, hoy la pobre ya ha tenido suficiente.-Scout besó mi mejilla.

-Gracias chicos. –Les acompañé a la puerta- Hasta mañana. –Me despedí de ellos y entré en casa. Recogí el salón y fregué las cosas. Cuando terminé salí en busca de Bear y Bernie, los metí dentro y cerré las puertas con llave. Les di la cena y aproveché para prepararle algo a Kris.

Cuando no pude retrasarlo más subí arriba. Tenía miedo, lo reconocía. Tenía miedo de que algo saliese mal. Abrí despacio la puerta y entre sin hacer ruido. La luz de mi mesilla estaba encendida y el balcón abierto, dejando entrar bocanadas de aire frio. Recorrí la habitación hasta que la encontré. Estaba dormida en un pequeño sillón que había al lado de la chimenea. Cerré la puerta con cuidado y dejé la bandeja con el sándwich y la leche en la cómoda.

Me acerqué a ella y la miré. Estaba acurrucada en el sillón. Sus brazos agarraban sus piernas. Tenía una de mis camisetas agarrada y estaba desnuda. Su cara tenía las marcas de las lágrimas y pequeñas ojeras empezaban a aparecer debajo de sus ojos. Su pelo estaba húmedo y despeinado.

-Mi pequeña niña…-Susurré. Intenté quitar la camiseta de sus manos pero la agarró con fuerza y gimió.

-No te vayas…-Hablaba en sueños. Con cuidado pasé mis brazos en torno a ella y la levanté. Estaba muy fría. Se revolvió en mi pecho. La recosté en la cama. Enseguida se acurrucó en posición fetal y tembló. Busqué uno de mis pijamas de invierno y me acerqué a la cama. Kristen se había despertado y me miraba con ojos llorosos y cansados. Sin decir nada saqué unas bragas de su mesilla y me acerqué a ella. No me miró. Le desdoblé las piernas y le coloqué las bragas, dejando pequeños besos por donde pasaban mis manos. Volvió a temblar y gimió. También le puse los pantalones largos. Cuando terminé la giré para poder ponerle la camiseta. Descubrí que estaba llorando en silencio. Me miró a los ojos antes de hablar. Se me partía el alma verla así.

-¿Q-quieres al be-bé? –Esa frase me hizo daño y dejó estático en el sitio. ¿Cómo podía pensar algo así? Por sus mejillas corrían las lágrimas. Vi en sus ojos reflejada la duda, el miedo y la desilusión. Solté la camiseta y me acerqué a su vientre, para depositar mil y un besos llenos de amor y sentimientos. Cuando estuve satisfecho seguí mi camino por el valle de sus pechos. Besé cada uno de ellos y continué subiendo hasta su cuello. Lo mordí con cuidado y subí por el hasta llegar a la mandíbula de Kris, salada por las lágrimas. Encontré sus labios y los besé castamente. Junté su frente con la mía y sequé sus lágrimas, aunque nuevas las reemplazaron.

-Amo a nuestro bebé. Nunca dudes eso. –Besé su nariz y acaricié su mejilla. Kristen rompió en llanto agarrándose a mi cuello. La agarré con fuerza y la acerqué a mí. La senté en mi regazo. Se acurrucó en mi pecho- Shhh… ya está… Siento mucho todo lo que dije… Shhh respira pequeña.- Froté su espalda con mimo. Kris temblaba en mis brazos y se sacudía con cada hipido. Estaba realmente fría. Agarré la camiseta del suelo y se la pasé por la cabeza. Solté sus puños de mi camiseta, ella lloró más- Shhh… Amor, estás muy fría, solo voy a ponerte la camiseta. No quiero que enferméis. –Volvió a agarrar mi camiseta en cuanto le pasé los brazos por las mangas. Me levanté de la cama y la abrí. Acomodé a Kris en ella y la arropé. Ella seguía llorando con los ojos cerrados.

-No-oo…-Intentó hablar.

-Shhh…Solo voy a ponerme el pijama, tranquila.- Besé su mejilla y puse entre sus manos la camiseta que había tenido antes. La agarró con fuerza y se la llevó a la cara. Para seguir llorando sobre ella. ¿Qué habría pensado para tener tal ataque de ansiedad? Tenía que relajarla.

Corriendo me quité la ropa y me puse los pantalones del pijama. Encendí la chimenea y cerré las puertas del balcón. Fui hasta mi lado de la cama y me acosté. Enseguida la atraje hacia mi pecho y la abracé con fuerza. Ella se pegó a mí.

-Kristen…Tranquila…-Acaricié su espalda repetidas veces- Te quiero, te amo. Os amo a los dos. Sois lo más importante de mi vida, sois por lo que me levanto cada día.-Se acurró entre mis brazos sin dejar de llorar. Besé su frente- Si antes te dije eso fue porque tenía miedo, tengo miedo. Todo esto es nuevo para mí. Demasiadas emociones de golpe, demasiadas noticias. No sé cómo reaccionar. Lo siento, lo siento, lo siento. He explotado contigo y sé que no debería. –Enrosqué mis piernas con las suyas- Perdóname, mi vida. No tenía que haber reaccionado así. Hoy han paso demasiadas cosas y estaba demasiado preocupado. Perdóname, mi vida. –Kristen seguía temblando y sollozando- Mi amor, por favor tranquila. Estoy aquí. Nunca te voy a abandonar. Voy a estar aquí para cuidaros a los dos. No hagas caso de lo que te dice este idiota preocupado que hoy lo ha pasado demasiado mal…-Metí mis manos por la camiseta y acaricié su espalda.

-¿Esta-abas preocup-pado? -Preguntó mirándome con los ojitos aguados.

-Estoy preocupado desde que salimos de la consulta de Ann.-Mis manos viajaron hasta sus nalgas, acercándola más contra mi si era posible- Me preocupé cuando tus padres te decepcionaron, me preocupé cuando llegaron los ppz, me preocupé cuando te rodearon, me preocupé en el baño cuando parecías apunto de desmayarte, me preocupé antes, cuando te dije esas horribles cosas, me preocupé cuando entré en el dormitorio y te encontré tan fría y dormida en la silla, me preocupé cuando empezaste a llorar sin consuelo aparente y me preocupo ahora, que sigues en este estado y no sé qué hacer para calmarte.-Besé sus labios despacio y sin prisa- Tengo tanto miedo como tú, se tan poco de todo esto como tú, estoy tan preocupado y poco preparado como tú. –Toqué su nariz con mis labios- Pero una cosa tengo clara, estamos juntos en esto.-Kristen suspiró y acarició mi cara. Estaba más calmada.

-Ro-ob…

-Shhh. Ahora solo necesitas descansar y estar tranquila. ¿Vale? –Asintió no muy convencida. Por sus mejillas aun corrían lágrimas. Las limpié con cuidado. Kristen suspiró.

-Necesito-o ir al baño. –Besé su frente y la solté.

-Rob…- Varios minutos después la voz de Kristen salió del baño- ¿Puedes venir…? –Me levanté de la cama y fui en su busca.

-Cariño, ¿Qué…-Pero mi voz no salió. Kristen tenía en la mano un trozo de papel manchado con sangre. Temblaba y lloraba.

Sabía lo que significaba eso, sabía los riesgos. Ann nos advirtió. Kristen no podía pasar por emociones fuertes ni estresarse, tenía que estar tranquila. Debía llevarla al hospital. Mi cerebro aisló los pensamientos y se centró en lo principal ahora, Kristen y el bebé. Me acerqué a ella, que seguía mirando el papel. Se lo quité y lo tiré a la papelera. Me acuclillé delante de ella y agarré sus temblorosas manos.

-Kris, respira despacio. Tienes que tranquilizarte.- Me miró. Pude ver en sus ojos el miedo y la desesperación.- Respira, no va a pasarle nada al bebé. Te voy a llevar al hospital, pero tienes que relajarte.

-El bebé, el be-bé…-Cerró los ojos con fuerza y tembló- Se mue-ere…

-Shhh… no digas eso. No va a pasar nada. –La abracé con fuerza- Ahora tienes que mantenerte lo más calmada posible, estar así no le hace bien al bebé.

-Vaa-le…-Su voz era un susurro. Intentaba respirar despacio, pero le era casi imposible. Las lágrimas rodaban por sus mejillas, pero no parecían peligrosas.

-Así, muy bien. –Tiré de ella despacio y la levanté. Le coloqué la ropa interior y los pantalones, no sin fijarme si estaban manchados. Nada, estaban blancos. Suspiré de alivio. Miré el agua del váter. Estaba teñida con un poco de rojo. Acababa de empezar a sangrar. Tiré de la cadena y cogí a Kristen en brazos. Seguía intentando respirar despacio. La senté sobre la cama mientras me vestía, sin dejar de mirarla a los ojos- Amor lo estás haciendo genial.-Intenté no parecer demasiado histérico en mis movimientos. Acabé de vestirme. No iba a vestir a Kristen, pero estaría mal si yo llegaba en pantalones de pijama. Busqué nuestros móviles. Desde el de Kristen le mandé un mensaje a Ann diciéndole que íbamos para el hospital. Desde el mío entré en el grupo de whatsapp del Hobo:

Yo: Vamos de camino al hospital.

No miré nada más, ni siquiera si contestaban. Cogí la carpeta del médico del primer cajón. Lo eché todo en una mochila y volví a la cama. Kristen había dejado de llorar pero seguía temblando.

-Todo va a ir bien. –Me arrodillé delante de ella y agarré sus manos.

-Lo sé. – Su voz no tenía fuerza. Besó tiernamente mis labios. Los suyos sabían a sal. Me levanté y la cogí en brazos. No quería que caminase. Bajé hasta la planta de abajo. Bear y Bernie enseguida salieron a nuestro encuentro.

-Ahora no, chicos. –Parecieron entenderme. Bear se restregó en mí antes de marcharse al sofá y Bernie chupó la mano de Kristen, que colgaba. Cogí las llaves del plato del recibidor y salí por la puerta. Caminé lo más rápido que pude hasta el coche y monté a Kristen en el asiento del copiloto.

-Voy a mancharlo. –Dijo un tanto decaída mientras la acomodaba y abrochaba su cinturón.

-No pasa nada. –besé su frente y puse la mochila a sus pies antes de sentarme en mi sitio. Hice los veinte minutos de trayecto al hospital en diez. Ya se veía a lo lejos.

-Rob, me duele. –Kristen estaba encogida en el asiento y sus manos estaban rodeando su vientre. Mis manos agarraron fuerte el volante. Estaba muy pálida.

- Ya llegamos. –Agarré una de sus manos. Ella llevó nuestras manos unidas al centro de su vientre- Respira despacio.-Cerró los ojos e hizo lo que le dije. Dos minutos después aparqué el coche delante de la puerta del hospital. Ann nos estaba esperando con una silla de ruedas en la puerta del hospital junto a Scout, Suzie, CJ, Sienna y Tom, que parecían contarle algo. Ellos vivían prácticamente pegados al hospital. En cuanto vieron el coche caminaron hacia el intentando no llamar la atención- Ya hemos llegado cariño.- Me iré a mirarla. Tenía los ojos cerrados y agarraba fuerte mi mano mientras con la otra se frotaba el vientre. Solo asintió y volvió la cabeza hacia la ventanilla. Cogí la mochila de sus pies. Tom abrió la puerta de Kristen y la ayudó a salir.

Cuando llegué a su lado Kristen vomitaba mientras Tom y Sienna la agarraban como si fuese a desmayarse en cualquier momento. Tom rodeaba su cintura con uno de sus brazos y el con el otro su pecho. Sienna le sujetaba el pelo y acariciaba su cara. Busqué a Ann con la mirada. Estaba muy pendiente de Kristen, esperando para sentarla en la silla. Solo pude quedarme mirando la escena mientras la culpa se me echaba encima. Kristen dejó de retorcerse en cada arcada. Levantó la cabeza y se dejó caer contra Tom exhausta, cerrando los ojos. Este la sentó en la silla de ruedas y Ann la apartó el pelo de la cara.

-Vamos dentro. –Dijo.

Los minutos pasaban como si fuesen horas. Esperaba sentado en la sala de espera de la planta de ginecología junto a Scout, Suzie, CJ, Sienna, Tom, Katy y Marcus. Les habíamos dicho a los demás que se quedasen en casa, que los iríamos llamando e informando. Aquí ya éramos demasiados y no servíamos de ayuda.

Miré el reloj de la pared. Eran las seis de la mañana, llevábamos en esa sala cuatro horas y todavía no teníamos noticias.

Cuando entramos por la puerta del hospital enseguida cambiaron a Kris a una camilla y se la llevaron. Una enfermera me pidió que le contase con detalle que había pasado durante todo el día y después nos acompañó hasta la sala de espera. Nos informó que a Kristen le iban a hacer una serie de pruebas. Desde ese entonces no había sabido nada más de ella. Me levanté del sofá y compré mi quito café en la máquina que había en la sala. Me senté contra la pared.

-Rob, ella está bien. Kristen es fuerte.-Scout se sentó a mi lado con otro café entre sus manos.

-Yo tengo la culpa de todo.-Dije sin ganas. La culpa me había atormentado desde que Kristen empezó a sangrar. Yo era el culpable de que empezase a sangrar. Yo peleé con ella por gilipolleces y la hice ponerse mal. Todo fue mi culpa. Si hubiese tenido la boca cerrada o le hubiese confesado mis miedos esto no habría pasado. Ahora la vida de mi hijo y mujer dependían de la suerte. ¡Era un gilipollas! Ann dijo que la mantuviese calmada y tranquila y yo hice todo lo contrario. ¿Cómo se supone que iba a mirar a Kris a la cara si perdía al bebé? ¿Cómo iba a poder soportarlo? ¡Matar a mi propio hijo! ¿Cómo podría Kristen perdonarme eso? Ella estaba tan emocionada…Dejé el vaso en el suelo y me llevé las manos a la cabeza. Partiría el corazón de Kris si perdía al bebé… Todo era mi culpa. Ella estaba aquí por mi culpa. -Si les pasase algo no me lo perdonaría en la vida.

-No digas eso. No va a pasar nada. –Scout me abrazó. No pude evitar derramar las lágrimas contenidas.

-Tengo miedo, todo esto es mi culpa. –Dije desolado. Scout me abrazó fuerte y frotó mi espalda- No quiero que les pase nada malo… Ellos son mi vida ahora.

-Shhh… Ya está.-Katy se sentó a mi otro lado y tiró de mí. Apoyé mi cabeza en sus piernas mientras ella acariciaba mi pelo- No digas tonterías, ella estará bien, y tu hijo también.-En ese momento Ann entró por la puerta vestida con una bata verde. No tenía buena cara. Tuve un mal presentimiento. Como si tuviésemos un resorte todos saltamos de nuestros sitios y fuimos hacia Ann.

-¿Y? –Dijo Sienna desesperada.