ANI(:
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EVERY BREATH YOU TAKE OF ME.
SEGUNDA TEMPORADA.
Capitulo 51.
No habíamos vuelto al hotel hace más de quince minutos de nuestra larga salida. habíamos pasado nuestro cuarto día completo fuera del hotel paseando, haciendo comprar para la familia y nuestro pequeño. incluso nos dio el tiempo de pasear en yate, lo cual fue sin duda el momento más sublime del día. y no podía creer que en solo una día mas ya volveríamos a USA. y no quería, no quería irme de ese lugar tan increíble.
-¿no quieres nada antes de acostarte?- pregunto desde la puerta del baño mientras yo terminaba de cepillar mis dientes. le negué, y en verdad si quería una cosa, una cosa que él no querría darme. me detuve un instante frente al espejo mirándole desde el mientras pensaba con rapidez en que poder hacer para que él no pusiera más resistencia en su tonto cuidado hacia mí. mordí mi labio inferior para luego soltarlo enseguida. hice un pequeño movimiento de hombros acompañada de una mueca pequeña de dolor notando enseguida como mi hombre caminaba hacia mí.
-parece que nuestro pequeño no te dará tregua- murmuro detrás de mi mientras sus manos presionaban sobre mis hombros con delicadeza. cerré los ojos mientras disfrutaba de eso, soltando unos cuantos gemidos a los segundos. acerque mi cuerpo al suyo de a poco, de forma en que casi ni lo notara. cuando nuestros cuerpos estaban ya juntos di otro movimientos de hombros pero "desentenzando" todo mi cuerpo esta vez, incluso mi trasero. lo moví contra él justo sobre esa parte favorita mía en él.
-me duele también un poco más abajo- dije aun con la mirada cerrada. tome una de sus manos y la lleve detrás de mi espalda, pasándola por debajo de la blusa que llevaba dejándola justo entre mi parte de baja de la espalda y mi trasero, tocando un poco de él. acaricio un poco allí mientras con su otra mano me acerco aun más hacia él, presionando y pude sentir como en eso pocos segundos había ya causado un efecto sobre él.
-parece que te sientes algo incomoda- susurro y antes de que hiciera o dijera algo más me di la vuelta empujándole contra la fría pieza de cemento mientras nuestros labios se unían en un lujurioso beso. sus manos se posaron en mi cintura para de apoco sentirlas bajar hasta mi trasero apretando contra el. gemí sobre sus labios y esa necesidad y deseo de él, de su cuerpo, de sentirle dentro de mi estaba total en su punto. Y él estaba acariciándome y besándome con total pasión, era mi oportunidad de aprovecharme de eso para que después no se echara para atrás. Removí rápidamente de su torso la fina remera que le cubría y me sentía algo torpe en verdad pero era esa necesidad, solo quería sentirle. sus manos subieron por debajo de la pijama de seda que llevaba acariciando mi espaldas y luego...él solo rompió, rompió lo que le obstaculizada.
Y hay él me tenía solo en bragas y totalmente caliente por su culpa.
Su boca reclamo la mía, mordiendo mis labios con fuerza y me encantaba. mis manos acariciaban su espalda, esa maravillosa espalda que tanto había extrañado. de repente sentí como su mano se movía por mi entre pierna y no diría nada, solo quería que él hiciera lo que quisiera conmigo. estaba entregada a él completamente. uno de mis brazos los enrolle en su cuello, luego mi mano voló a su cabello desordenando de él. mis dientes esta vez presionaron sobre sus labios ya rojizos, cuando a los segundos, sin haberme percatado antes sentí en mi zona baja el cosquilleo de sus dedos dentro de mí, dos de sus dedos salían y entraban con rapidez. gemí en ese beso ardiente de mi hombre, al separar nuestros labios lleve los míos a su cuello mordiendo allí con cariño mientras él...él me enloquecía moviendo rápidamente sus dedos dentro de mí. de repente mi cuerpo comenzó a retroceder hasta tocar la pared fría del baño.
pose una de mis manos en sus caderas para luego bajarla lentamente y cuidado a esa zona de su cuerpo que era mi preferida. metí mi mano dentro del su pijama, complacida notando que no llevaba nada, era todo mas fácil. y solo acaricie, acaricie su pe*e casi completamente erecto y le quería dentro, ahora mismo. cuando de repente se separo de mi.
-hey- le llame, él camino hacia la ducha dejando caer el agua enseguida y yo le seguí a los segundos. saco su pantalón y entro en la ducha, note enseguida que el agua no estaba caliente por la reacción de su cuerpo. no me importaba, solo quería estar con él. tome su mano llevando mi otro brazo enseguida detrás de su nuca y atrayéndole hacia mí. no me cansaba de besarle, de tocarlo, no podía. y el agua fría caía por nuestros cuerpos, y luego de unos minutos no le sentí mas. mi cuerpo solo estaba reaccionando a él, a cada toque que mi marido hacia en mi.
puse mis manos sobre su torso y le empuje a un lado de la ducha chocando su cuerpo contra la pared. mordí mi labio inferior coqueta mientras no le quitaba la mirada a mi hombre antes de que él hiciera lo que quisiera, yo quería disfrutar primero de él. no me costó nada el arrodillarme ante él como pensé que me costaría. su mirada estaba dilatada y sus ojos profundamente oscuros. sin más tome sus miembro entre mis manos y presione con fuerza, su cuerpo completamente reacciono a esto. acerque mi boca pero no hice nada, volví a observarle hacia arriba. mi hombre estaba hirviendo. jugué un segundo presionando y tocando su grueso miembro cuando ya comenzó a jadear sin pensarlo lo introduje dentro de mi boca y sus manos directamente volaron sobre mi cabeza presionando un poco hacia ella. con mi lengua lamí alrededor y succione con fuerza un par de veces haciendo que mi marido me regalara exquisitos gruñidos. saque su miembro y no había terminado cuando él tomo mis brazos y me levanto rápidamente de donde estaba. su boca sobre la mía, su lengua entrelazada a la mía mientras sus manos sujetaban y empujaban mi cuerpo a la dirección contraria del pequeño lugar. cuando mi cuerpo toco la pared fría, dio vuelta mi cuerpo quedando mi rostro contra la pared y sin tiempo de un solo respiro sentí al instante su fuerte estocada. di un gemido y mierda...tire mi cabeza hacia atrás en un puro acto de placer. sentí sus manos en mi cuerpo, acomodándome, acomodándose. pero no tome atención a eso más que un segundo. luego de tanto tiempo, volvía a sentir esa única e inexplicable sensacion dentro de mí, por cada rincón de mi cuerpo.
su ritmo fue despacio, tranquilo, con sumo cuidado. beso parte de mi espalda, cuello y mordí también como a él le gustaba. sus manos de vez en cuando me aferraban algo mas a él y podía sentirle un poco más dentro y con eso de a poco sus movimientos se apresuraban haciéndome sentir esa electricidad correr por las venas que poco a poco se acumulaba en mi centro tratando de encontrar una vía libre. le apure un poco más cuando sentía el orgasmo acechándome, cuando llego su fuerte estocada final me abrumo totalmente sintiendo un placer maravilloso, único.
***
El agua estaba comenzando a congelar luego de unos segundos nuestros cuerpos por lo que salimos de la ducha a los minutos. y no podía quitar la sonrisa enorme de mi rostro. me sentía totalmente feliz. como niña de cinco años a quien le habían dado el dulce que quería. y que dulce!
Robert me pregunto unas cuantas veces como me sentía y bueno, le había hasta salido alzando la voz un poco. me sentía perfectamente bien y era una estupidez que se preocupara por nada. aun que mi pequeño había comenzado a moverse bastante y dolía, eso era nuevo. desde que llegamos a Paris había comenzado a dolerme mucho ciertas partes pero siempre recordaba las palabras de John, era normal. podían ser pequeñas contracciones -que por lo demás no duraban más de un minuto- o solo dolores normales por el movimiento de mi pequeño que ya no tenía suficiente espacio allí dentro. y no le diría a Robert eso, se volvería literalmente loco.
Había quedado algo más que exhausta y el cansancio y sueño asomaron enseguida en mi. me acosté en la cama al tiempo que me ponía una de las remeras de mi hombre. él volvió al cuarto luego de ir hacia la cocina a no sé que, apago las luces para luego acercarse a la gran ventana que tenía el cuarto. abrió una de las cortinas que la cubría y era hermosa la vista desde allí. la luna y las estrellas se veían directamente brillando como faroles incrustados sobre el cielo iluminando nuestra última oscura noche en Paris. Y esa noche nuevamente canto para mí, como cuidando y protegiendo de mi y sabia que él lo hacía. y amaba esta sensación de tranquilidad y paz junto a él. de completo amor.
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