FanFic: "EVERY BREATH YOU TAKE OF ME" (Robert Pattinson & Tú) - 9no Capitulo.

Hola linda(: estoy acá nuevamente para dejarle un nuevo capitulo de la fanfic. Espero que de verdad la estén disfrutando y obviamente sigan disfrutándola. Espero pronto pasar por aquí de nuevo, las adoro <3

Ani(:

SUMARIO

Capitulo 1

Capitulo 2

Capitulo 3

Capitulo 4

Capitulo 5 & 6

Capitulo 7

Capitulo 8

***

EVERY BREATH YOU TAKE OF ME

CAPITULO 9.

Entre a mi oficina observándola detenidamente desde la entrada, era un desastre todo. Deje mi abrigo y cartera sobre el sofá largo que estaba a mi lado izquierdo. Comencé ordenando mi escritorio, papeles y más papeles por todos lados. Por lo sucedido ayer había dejado tanto trabajo pendiente que tenia que poner a resolver eso en cuanto la habitación tuviera un poco mas de orden. Levante la mirada a la entrada y había una joven menuda parada allí 

-¿Disculpa?- dije mirándola, al tiempo que dejaba el bulto de papeles a un lado 

-Señorita Steele- dijo en tono sutil y delicado mientras poco menos hacia una reverencia ante mí. Frunce el ceño 

-¿Quién eres?- pregunte de inmediato 

-Me han contratado como su nueva asistente- abrí la boca un poco sorprendida, cuando mi marido quería ser rápido en lo que le importaba, lo era. Traje saliva y asentí 

-Tu nombre- 

-Caroline, señorita- respondió rápidamente 

-Muy bien, Caroline. Necesito que estés completamente al día con todo el programa que tenemos ahora mismo, es una época difícil & tenemos mucha demanda. Te necesito lista & rápida- solté, ella sonrió amablemente 

-Puedes retirarte, si te necesito te lo haré saber- dije dando la vuelta al escritorio y recogiendo unos papeles que habían en el suelo 

-Claro- dijo- ¿No quisiera dejarme a mi hacer eso?- dijo de repente, la mire y volví a dar la vuelta detrás de mi escritorio, arrugando los papeles y tirándolos al basurero. 

-No gracias, no necesito tu ayuda para eso. Me las arreglo bien sola- dije sonriéndole, ella me devolvió la sonrisa. 

-Permiso- dijo retrocediendo al tiempo que la puerta se cerraba a su paso. Desapareció de ahí. 

Tome asiento en mi cómodo sillón y comencé a trabajar. Me habían quedado aun varias carpetas de nuevos diseños para firmar, tenia que leerlas una por una para verificar que todo estuviera bien. Puse mi firma en la tercera carpeta cuando la puerta de mi oficina se abrió, levante rápido la mirada, y ahí estaba…ojos verdes oscuros mirándome dominantemente. 

Mi garganta se seco y mis piernas temblaron. Cerro la puerta tras el y se acerco a mi, deje la lapicera aun lado sin quitar mi mirada de la suya. Mirada oscura y profunda sobre mí, analice a mi hombre, de pies a cabeza (http://onesite.uvnimg.com/mipagina.univision.com/user/kjstewart/blog_photos/large/0c0c5b17cd81c001928e90d7cb214967.jpg?v34550 ) ¿podía ser mas caliente y sexy este hombre? Si, claro que podía. Apoye mi espalda al respaldo del sillón al tiempo que el soltaba sobre la mesa un bolsa, la mire y luego enseguida a el 

-¿Qué es?- pregunte 

-Tu desayuno- me respondió en tono áspero y frió –no has comido nada ___________. Y eso no esta bien- dijo esto ultimo apoyando su brazos en el escritorio sobre sus nudillos y mirándome, mirándome con ojos verdes y oscuros, profundos. 

Mis pulmones se llenaron de aire al tiempo que volvía a respirar. Tome la bolsa rápidamente y mire dentro de ella, olía realmente exquisito y en realidad estaba muriendo de hambre. Le mire y aun estaba ahí mirándome, devorándome con esa mirada suya. 

-Ahora estoy ocupada, lo haré en unos minutos…-dije, el frunció los labios en una justa mueca de desaprobación. Camino dando la vuelta en el escritorio quedando aun lado de mi, apoyo su cuerpo en la orilla del escritorio, tomo la bolso y rebusco dentro. De ella saco una malteada de plátano con yogurt, un pequeño envase de café negro mas una caja de plástico pequeño que en su interior tenia un pastel de no se que. Le mire, estiro su brazo hacia mi pasándome la malteada, la tome y me serví un poco…no se iría hasta que me comiera todo. Dejo el café aun lado, abrió el envase donde estaba el pastel, tomo un tenedor platico y saco un trozo, su mano con el tenedor en ella voló enfrente de mi boca, deje de succionar de la malteada, la aparte de mi boca y la abrí un poco mas en dirección al tenedor, Robert metió el tenedor dentro de mi boca y sin quitarle la mirada cerré mis labios alrededor del tenedor. Sus ojos se entrecerraron y de su garganta se escapo un pequeño gemido, saco el tenedor y lo dejo aun lado. Sentí un rastro de pastel en la comisura de mis labios, con su mirada en la mía, limpie ese pequeño rastro de pastel con mi lengua. Y sus ojos se oscurecieren aun más. 

Se inclino hacia mi agarrando mi brazo y me tiro a el, al tiempo que su boca se encontraba con la mía, su lengua entro veloz por la mía y sus manos en mi cuerpo me apretaban a el, contra todo su maravilloso cuerpo. Lleve mis manos a su cabeza, a su cabello, jale de el una y otra vez haciendo que cada vez gimiera por lo bajo sobre mis labios, en mi boca. 

Se dio la vuelta sentándose en mi sillón, puso sus manos en mis caderas y me sentó sobre el. Tomo poder sobre mi cuello y hundió nuevamente mi boca en la suya. Baje mis manos por su torso, llegando a su cremallera, la desabroche mientras el depositaba besos en cada sitio que podía de mi. Tome su rostro en mis manos y volví a besarlo. Sus hábiles manos subieron por mis muslos hasta mis bragas y se deciso de ellas como pudo, estaba tan ocupada con sus labios que no tome atención en nada mas. Se removió en el asiento un momento mientras nuestros labios aun seguían juntos, desabroche los botones de su camisa tan rápido como pude. Al terminar mis manos volaron sobre su torso, tocando lo que era únicamente mío. 

Levanto sus caderas haciendo que me penetrara, gemí enrollando mis brazos en su cuello. Me removí sobre el y fue sensacional. Moví mis caderas circularmente sintiendo como su miembro se podía hundir mas y mas en mi. Gruño entre dientes apretando sus manos en la parte baja de mi espalda, llegando al fondo, tocando el fondo dentro de mí. Grite su nombre y el comenzó a mover sus caderas y con sus manos movía las mías mientras yo le ayudaba. 

Sus dientes capturaron mi labio inferior y luego su lengua acaricio mi labio superior, junte nuestras lenguas y nuestras bocas se apoderaron de un beso totalmente frenético, perdido. Profundice mi movimiento sobre el, tomo mi cuello, lo beso y con su lengua jugo con el, disfruto de el. Mis caderas en su movimiento rápido estaban llevándome al final, explotaría en cualquier segundo sobre el. Su boca recorrió mi pecho, beso mis senos solo donde la tela del vestido le permitía, me apretó mas a el, sentí un punzada dolorosa pero magnifica dentro, apreté mis paredes alrededor de su miembro y el gimió en mi odio 

-me vendré...robert-murmure en un jadeo aferrándome a su hombro. Volvió a presionar sus manos sobre mi cuerpo, apretándome y acercándome mas a el, y nuevas punzadas de dolor acompañadas de un placer exclusivo y maravilloso que solo el me daba, sentí dentro de mi. Entre mis gemidos y los suyos me corrí sobre el, a los segundos el alcanzo su orgasmo liberándose dentro de mi. 

“señorita Steele, tiene 2 llamadas internacionales, Brasil en la línea 1 & Alemania en la línea 2. Alemania para ser realmente urgente” 

Apreté el botón verde 

-Dame cinco minutos, Caroline- 

Volví a recostarme en su pecho, subía y bajaba, su respiración estaba tan acelerada como la mía. ¿Cómo podía conseguir hacerme perder la cordura de esta manera? ¿Y en mi oficina? Y recordé toda la situación de ayer y rápidamente pensé en que esto no tuvo que haber pasado, no, claro que no. El merecía sufrir un poco, aun que sea un poco. 

Levante mi rostro, tenia pensado salir de sobre el pero su mano en mi rostro me detuvo, acaricio mi mejilla con delicadeza, y ahí estaba yo, encantada por el. 

-Eres tan hermosa, ___________-susurro a cinco centímetros de mi boca, nos miramos por unos largos segundos, baje la mirada y me hice a un lado saliendo de sobre el. Acomode un poco mi vestido y luego algo mi cabello. Me sentí tan libre bajo el vestido y toque aun lado de mis piernas…mis bragas. Eche una mirada sobre la oficina...estaban tiradas en el suelo. Camine hacia ellas, las tome y me las puse rápidamente. Di la vuelta, Robert estaba con mirada dominante, fría y penetrante en mí, al tiempo que terminaba de cerrar su cremallera y continuaba arreglando su camisa, me sonroje. Tomo su corbata con una de sus manos y la guardo en uno de los bolsillos de su traje. 

-Contesta ya esas llamadas, __________ y termina tu desayuno, por favor- dijo eso ultimo totalmente autoritario. Asentí rápidamente y camine detrás de mi escritorio y me senté en el sillón. Abrió la puerta & desapareció de la oficina. ¿Qué desayuno? Con lo que acababa de darme no necesitaba nada más. 

Las dos llamadas me tomaron más de 2 horas y media. Colgué el bendito teléfono y suspire. Mire a un lado del escritorio, la malteada, el café y el pastel seguían ahí. Me di un tiempo para recuperar fuerzas perdidas horas atrás, me serví la malteada & el pastel en un cerrar de ojos, estaba realmente hambrienta. Bote los envases al basurero al tiempo que apretaba el botón verde del teléfono 

-Diga, señorita Steele- respondió dulcemente 

-Dile a Robert que lo necesito un minuto, por favor- dije sentándome nuevamente en el sillón, tome unas carpetas y comencé a leer. 

-El señor Pattinson no se encuentra, señorita. Ha bajado al piso 10, a verificar la llegada de nuevas telas- suspire 

-Esta bien, cuando llegue le pides que venga, si?- 

-Claro- y la comunicación se corto. 

Firma tras firma, mi mano estaba ya un poco adolorida y mi mirada más que cansada de tanto leer más de 15 páginas en cada carpeta. Algunas no las firme, quería primero saber la opinión de Robert. Deje la lapicera a un lado y masaje mi mano, me dolía de verdad. Mire el reloj de la computadora, eran las cuatro de tarde y algo mas. Me acerque a la computadora y revise mi correo. Correos y muchos correos. Me levante en dirección a un estante que tenía en una esquina de la oficina, estaba lleno de carpetas, las cuales poseían cuentas, números, datos, direcciones y demás, muy importantes. Tome la carpeta que necesitaba, la puerta de la oficina se abrió y enseguida se cerró a mis espaldas. Sonreí, había llegado. 

-Caroline te dio mi mensa…- no termine la frase cuando gire totalmente en dirección a la puerta. No era Robert. 

Sus ojos azules estaban en mi, mirada totalmente fría y altanera. 

-Buenas tardes, ___________- soltó en calma 

-¿Qué haces aquí?- la fulmine con la mirada. Y Odio fue lo que corrió por mis venas en ese preciso momento, creo que jamás había sentido odio por alguien, nunca. Avanzo unos pasos hacia mi, se detuvo unos pasos antes de tocar el escritorio y sobre el dejo su bolso. Apreté mi mandíbula con furia ¿Qué debía hacer ahora? ¿Pegarle y sacarla de un brazo de mi oficina, de mi empresa? “No, claro que no salvaje” escupió mi subconsciente. Cerré los ojos y suspire calmada, tenia que relajarme por un segundo. 

-Estas despedida y no tienes nada…-trague saliva -nada que hacer aquí- dije marcando el tono en esas palabras. Sonrió irónicamente 

-No te preocupes. Mi visita no me toma más de cinco minutos- sonrió hacia mi como la zorra sin limites que era. 

-Lárgate ahora- dije firme y regalándole mí mirada llena de odio. Me fulmino con la mirada de vuelta, la cual me recorrió de arriba a bajo pero se detuvo… en mi mano. Ahí estaba mi anillo de bodas, sonreí por lo bajo. 

-¿Qué sucede? ¿De verdad pensabas que diez años de relación los mandaría a la borda por una estúpida zorra como tu?- dije claramente sin titubeos. Me acerque al escritorio y deje la carpeta sobre el, nuestras miradas estaban luchando una contra la otra. 

-Fuiste solo un juego para el, un aventura sin sentido y futuro alguno- solté con toda la fuerza que pude. No sabia por que pero en el interior solo quería soltar en llanto, pero no podía, no con ella aquí. 

-Claro- bufo despreocupada –yo solo vine a hacerte un regalo y claro a devolverle a el un regalo- dijo, metió su mano dentro del bolsillo de su chaqueta y tiro sobre el escritorio unos papeles. Los mire un segundo y luego levante la mirada hacia ella. Tomo su bolso y se dio la media vuelta, baje la mirada y acerque mi mano a los papeles que había tirado 

-ah, y dile a tu esposo, que de verdad es una pena que no hallamos podido hacer ese viaje, lo hubiéramos pasado increíble- volvió a dar la vuelta y salió de la oficina. 

Mi mirada quedo clavada enfrente mientras mis mente analizaba cada palabra que había dicho, apreté los papeles que tenia en la mano, baje la mirada y una lagrima corrió por mi mejilla. Me senté en el sillón y de repente el pánico y el miedo se apoderaron de mí. Mire los papeles que tenia sobre mis manos, y eran lo que ya había imaginado. Eran boletos de avión, solo alcance a leer cual era su destino y rompí en llanto. Ellos se iban a ir a Italia. Tire los boletos sobre el escritorio, tape mi rostro entre mis manos y llore. ¿Qué sentía? Rabia, odio, pena, soledad y me sentía sobre todo la más estúpida de todo el universo. ¿El iba a dejarme? ¿Seria capaz de eso? Posiblemente si. “No te ama, _________” soltó mi subconsciente. ¿Y en quien creía? ¿En mi misma o en el? 

Necesitaba salir de aquí, ir algún lado lejos de esto, de el nuevamente. Tome el teléfono y marque. 

-¿Alex?- dije tratando de sonar ‘normal’ 

-¿__________? ¿Hermana eres tú?- pregunto del otro lado del teléfono y unas ganas de llorar sobre este vinieron a mi en ese preciso momento. 

-si, soy yo- 

-oh, niña, no sabes cuanto me alegro de escucharte. Te echo tanto de menos, ________-sonreí al tiempo que una lagrima caía por mi mejilla. -¿Las cosas van bien, _________?- pregunto enseguida, suspire y trague saliva. 

-algo- dije -¿Podemos juntarnos ahora? Necesito verte, quiero verte –dije casi en tono de suplica 

-Claro, claro…-dijo enseguida optimista -¿Paso por ti a la empresa? O ¿nos juntamos en algún sitio? 

-¿Te parece si vamos al restaurant que esta cerca de tu trabajo? Al que hemos ido como tres veces- dije 

-me parece perfecto, ________- soltó con alegría 

-Okay, estaré allá en unos 20 minutos- dije sonriendo 

-Esperare por ti en el lugar, __________. Nos vemos, te quiero- sonreí con alegría, sabia que si, el me quería de verdad. 

-Te quiero también- colgué.

Me levante del sillón, tome mi abrigo, me lo puse y tome mi bolso. Me acerque al escritorio tomando los boletos y mi celular, este lo apague y lo guarde en mi bolsillo, mientras los boletos los arrugue hasta hacerlos una bola de papel y solo los guarde junto a mi celular. Salí de mi oficina y posteriormente del edificio sin dirigirle palabra a alguien.