Yendo a Sundance, el próximo drama de Kristen Stewart en la Bahía de Guantánamo llamado "Camp X-Ray" era una película en la lista de casi todo el mundo. El screening lo hizo increiblemente bien en Sundance, con muchos espectadores ofreciendo una ovación de pie cuando la película terminó.
No es la primera vez de Stewart en Sundance, en 2010 ella asistió a la premiere de "The Runaways", pero su película "Camp X-Ray" parece que será una de las mejores actuaciones de la estrella. El screening fue proyectado esta tarde (Viernes) en el adorable Teatro Eccles en Park City, Utah.
Este proyecto es del director primerizo Peter Sattler y es una pieza conmovedora e inteligente sobre un tema muy controvertido. La historia es uan guardia de prisión, Amy (interpretada por Stewart), estacionada en la Bahía de Guantánamo. Es en este lugar donde conoce a un recluso que está retenido allí, (otra sobresaliente actuación interpretada por Payman Maadi(. La película por supuesto no fue grabada en ningún sitio cercano a la localización real, pero el diseño del set fue sorprendentemente bien hecho.
Stewart, en el pasado, ha sido criticada por su, de alguna manera, fría manera de abordar sus actuaciones, pero aquí es perfecto para su personaje. Añade otra capa de burbujeante conflicto interno al soldado, que mmás a menudo que no es más uan estatua de lo que una persona normal lo sería. Es refrescante ver a Stewart en un papel que encaja en su actuación un poquito mejor, y ella debería estar muy sobrepasada por ver el lanzamiento de la película.
Puede ser que tengas una fuerte opinión sobre las habilidades actorales de Kristen Stewart. Las películas de Twilight te pusieron a favor o en contra. Bueno, tira esa percepción por la ventana. En su nueva película, Camp X-Ray, Stewart interpreta a una guardia de la Bahía de Guantánamo que se hace amiga de un recluso. Has leido bien. Mientras la película toma una posición deliberadamente apolítica y con una aproximación clínica al retrato de lo enferma que es la vida en Gitmo, la marca natural de Stewart de ser introvertida y morderse el labio añade un calor necesario a la película. Como su personaje, que se retira de su vida en Florida a lo que sea que la armada le vaya a proveer, Camp X-Ray es Stewart mudando la piel y permitiéndose a sí misma ser explotada por talento. El director Peter Sattler encuentra a una persona real en Stewart, envolviéndola en una realidad que está más adaptada a su personalidad que los mundos de fantasía de Blancanieves. Ella lleva su camuflaje con la intensidad de una roca fría, rompiéndose lentamente cuando se abre a un detenido (interpretado por Peyman Moaadi de 'A Separation'). La película no profundiza mucho bajo la superficie, pero Stewart es un peón visible en la mecánica de la cárcel. Si la has descartado, date cuenta de que la has infravalorado todo este tiempo.
La estrella de "Twilight" había estado previamente en la competición del Festival con "The Runaways".
El retorno de Kristen Stewart a Sundance con "Camp X-Ray" se veía como un éxito - al menos inicialmente - cuando los festivaleros empezaron a twittear cosas positivas sobre ella en su turno como protagonista del drama de la Bahía de Guantánamo que se estrenó a mediodia el Viernes para obtener una ovación parcial de pie en el Teatro cavernoso de Eccles en Park City.
"Creo que Kristen Stewart florece en materiales realistas. Ella es reconocible, humana en Camp X-Ray. La película lo pedía", twitteó el reportero de cine freelance y crítico Matt Patches.
La película, escrita por el director primerizo Peter Sattler, sigue a Amy (Stewart), una soldada que es asignada a la tarea de ser guardia de prisión en la Bahía de Guantánamo, donde se hace amiga de un recluso (interpretado por la estrella de "A Separation" Payman Maadi). Sattler ha dicho que Stewart tenía mucho que añadirle al personaje y al guión,que fue rodado en una prisión juvenil a las afueras de Los Angeles.
"Camp X-Ray" está en la competición de USA en Park City, a donde Stewart voló desde Los Angeles el jueves para asistir a la Premiere. Pero K-Stew no es una novata de Sundance: Ella vino a Park City en 2010 para la Premiere de "The Runaways", donde ella interpretaba a la rockera Joan Jett, y ha asistido otros años sin una película en competición.
La primera y fascinante película del guionista y director Peter Sattler, Camp X-Ray, deja a un lado la controversia que rodea la Bahía de Guantánamo para centrarse, sin embargo, en el drama personal de las conexiones humanas y la compasión, hábilmente extraido del dia a dia mundano de la vida en una celda. En esencia a dos manos, equilibra una poderosa interna actuación de Kristen Stewart, dejando quizñas su mejor trabajo en pantalla hasta la fecha como una guardia militar inexperta, contra una igualmente convincente caracterización de Payman Maadu como el detenido a largo plazo que rompe su caparazón. La complejidad psicológica y la rica recompensa emocional deberían asegurar este proyecto expertamente si se aproxima la película a un público considerable.
Sattler señala su confianza en la historia desde fuera con la enseñada secuencia pre-título. Un noticiario de televisión en lenguaje árabe muestra la familiar imagen de una nube de humo desde las Torres Gemelas, mientras un hombre del meido este se prepara para dejar su disgno apartamento. Mientras se para para rezar, agentes de la policía irrumpen en la habitación, poniendo un saco sobre su cabeza y sacándole en un viaje que - en rápidos cortos de escenas con imágenes claras - le transportan a él y a otros por aire, mar y carretera a una prisión de acero forjado donde son puestos en jaulas individuales. Cuando les quitan el saco, vemos el rostro golpeado y ensangrentado del hombre que llegaremos a conocer como Ali (Maadi), o el detenido 471.
Saltando al futuro 8 años, la recién reclutada Cole (Stewart) llega, y con otros nuevos guardias, le dan el entrenamiento con la orientación estándar. Eso inluye rotación de patrullas cada 12 horas y ver suicidios cada 3 minutos a través de ventanas en cada puerta de celda de un sólo ocupante. "Te probarán, sacarán lo mejor de ti", dice Ransdell, el hombre duro y cabron de la division que será el superior directo de Cole. Aconseja a los nuevos no compartir nombres o información: "No dejeis que entren en vuestra cabeza".
Ansiosa por probar su valía en compañía mayoritariamente masculina, Cole se presenta voluntaria el primer día para ser parte de un Equipo de Reacción de Fuerza Inicial de 4 miembros para subyugar a un detenido jihadista violento. Su "Bienvenida a Gitmo" involucra ser golpeada y escupida en la cara. En estas escenas de apoyo establecedoras, Sattler y el editor Geraud Brisson disponen la fundación de una atmósfera de tensión, ayudada por los movimientos medidos y la manera de mantener la mirada con la cámara digital de James Laxton y con la música con carácter de fondo de JessStroup.
El tono empieza a cambiar, sin embargo, durante una excelente escena revigorizada por un humor inesperado, en donde Cole lleva el carrito de los libros a través del pasillo de las celdas y tiene su primera interacción con Ali. Devolviendo un volumen gordo de poemas de Emily Dickinson, él husmea en el otro material de lectura en oferta antes de empezar a despotricar sobre los guardias escondiendo el 7º libro de Harry Potter para volverle loco. En este y los subsiguientes intercambios, el pincha a Cole - a veces sólo jugando con ella, a veces poniéndose agresivo o completamente desagradable - mientras ella se esfuerza por mantenerse impasible.
Intentando adaptarse a la manera de pensar militar, Cole participa en explosiones de cervezas y viajes de pesca. Intenta tragarse sus dudas morales cuando siente que Ali está siendo castigado inhumanamente por una transgresión en la que ella fue afectada. Pero cuando Ransdell le pega a ella y ella tiene segundos pensamientos sobre consentirlo, su aceptación en la compañia se ve amenazada. Observándola hablar con Ali en el campo de ejercicio, el corpulento hombre usa su poder para humillar tanto a la guardia como al detenido.
La decisión de Cole de reportar a Ransdell por violación de la conducta fracasa en otra escena intensamente interpretada. Ella es entrevistada por la oficial de mando (John Carrol Lynch), que deja claros sus sentimientos sobre reportar contra un compañero oficial y también tiene su propio resentimeinto al haber sido asignado a Gitmo.
En una fracción de menos de dos horas, la película pudo haberse beneficiado de la escasa rigidez, particularmente de algunas partes en medio disminuidas. Pero la continua evolución de la amistad cauta de Cole con Ali es observada con integridad emocional y patetismo, describiendo a dos personas inteligentes en contraste con estados de confinamiento, cada uno de ellos buscando contacto. Los aspectos dramáticos son elevados en una escena con un alto clima de suspense durante la cual tanto Cole como Ali revelan más sobre ellos mismos en unos pocos minutos de lo que lo han hecho a lo largo de toda la película.
"Tu y yo estamos en guerra", le dice Ali a ella en un momento. Pero mientras la inocencia del detenido como sospechoso terrorista se deduce claramente, una de las fuerzas del guión de Sattler es su negativa a hacer de este un simple drama sobre enemigos, injusticias o persecución inhumana. Lo hace con empatía, y haciéndolo aplia la íntima historia para encontrar universalidad temática.
La comprensión del personaje de Sattler es excepcional, como lo es su guía de los actores, sugiriendo distintas personalidades para los compañeros guardias masculinos de Cole con sólo una línea o dos. Pero el pulso de esta pieza de cámara mejorada, mucho de lo cual obviamente tiene lugar en esos claustrofóbicos interiores, es el poco probable vínculo entre Cole y Ali.
Mejor conocido por su buen trabajo como el sitiado marido en la Ganadora a un Oscar de Lengua Extranjera Iraní A Separation, Maadi hace de Ali un homre orgulloso, enfadado, tan contrario a la hostilidad de sus compañeros reclusos como si fuera un militar de USA. Su agriedad cuando desnuad a Cole de sus engaños sobre sí misma y lo que ha aprendido es formidable. Pero también lo es su desgranada facilidad cuando pondera su futuro.
Incluso desde que la repercusión de Twilight empezó, la gente ha cuestionado si Stewart es simplemente una huraña reina de la pantalla o una actriz real. Ella pone ese argumento a descansar aquí, interpretando a un personaje duro, taciturno dirigido por una urgencia inarticulada "a hacer algo importante", pero despertada abruptamente por una realidad impredecible. Es una actuación fieramente contenida, aportando crudas visiones personales incluso cuando Cole externamente permanece apretada en la incomodidad. No hay un momento de Stewart en la pantalla aquí donde no sea completamente paralizante.
Canalizando a la Jodie Foster de "El Silencio de los Corderos", Kristen Stewart deja una actuación sólida como la guardia novata de la Bahía de Guantánamo en "Camp X-Ray", una película competentemente dirigida, politicamente cuestionable cuyos espectadores más apreciados se irán sintiéndose mejor sobre Gitmo. Personalizando la guerra del terror a través de la historia de una amistad complicada que se desarrolla entre una privada dura-y-amable Stewart y un recluso del Medio Este (Payman Maadi) a quien se le ha enseñado a ella que nunca se le debe llamar prisionero (esos están protegidos por la Convención de Génova), la imagen del primerizo guionista y director Peter Sattler encaja muy bien, pero fuerza la cresibilidad y la ética. Los aspectos comerciales parecen limitados.
La mayor parte del diálogo inducido de la película tiene a Ali de Maadi, más gato que ratón, y a Cole de Stewart, asustada pero involucrada, conversando a través de la diminuta ventana de la celda de él, una presunción que pone a la imagen firmemente en la compñía de los "Corderos", no menos cuando el privado se refiere al cargo de ella como "Lecter".
Como Clarice Starling, Pvt. Cole es una mujer joven de un pequeño pueblo a la que desafían a seguir siendo guay mientras encarcela a hombres que se mofan, que le hacen jugarretas y ocasionalmente la humillan - la más violenta aquí es en una escena que informa al espectador de lo que los guardias del ejército de USA aparentemente llaman un "cóctel" defecado. (La ligera semejanza de Stewart con Foster - que notó primero David Fincher, quien eligió a las dos como madre e hija en "Panic Room" - sólo añade similitud entre Starling y Cole).
Situada en su mayoría en los últimos coletazos, la película empieza en 2001 con las imágenes de las noticias de televisión de las Torres Gemelas expulsando humo, seguida por la vigorosa aprensión de tres hombres del Medio Este, uno de los cuales es Ali. El primer rollo de película de "Camp X-Ray" muestra la más apasionante dirección de Sattler hasta ahora, ya que también incluye un primer vistazo a Stewart viéndose dura y abatida como Cole, que llega a trabajar en un bloque de celdas de Gitmo 8 años después del 11/9. Hasta aquí, la pronta promesa de una mirada acertadamente intensa a la realidad del centro de detención de USA gradualmente va dejando paso a algo mucho más fácil de manejar - y mucho menos plausible.
Un ávido lector tanto de Quran como de los libros de Harry Potter (todos menos el último, de cualquier manera), Ali brillantemente consigue que Cole hable, impresionándola con su comentario sobre el material de lectura que ella distribuye a los reclusos. Que los guardias de Gitmo hayan retenido el volumen final de Potter de la circulación le da a Cole una elección bastante predecible para hacer, mientras permite a Sattler retratar la crueldad de una forma un poco más tolerable que cualquier ciudadano americano informado haya escuchado antes.
"Camp X-Ray" es más recomendable por representar de forma creíble al ejército de USA desde un punto de vista femenino, particularmente mientras Cole es maltratada por un compañero corpulento (Lane Garrison) anima a luchar en la guerra invisible rellenando un reporte con el oficial comandante (John Carroll Lynch). Así que, también, la película trata a sus personajes, los guardias y los reclusos de igual manera, con una clara compasión, aunque, como una película de terror por la guerra, su preocupación por la conmovedora excepción a la regla demasiado a menudo vuelve al audaz drama americano una forma de proceder operacional estándar.
Los dos principales son excelentes y juegan el uno con el otro hábilmente. Interpretando casi exclusivamente con su larga barba en la cara vista a través de la ventana de la cárcel, Maadi ("A Separation") calibra precisamente la mezcla del personaje de humor, enfado, desesperación y aguante. En un giro que sorprenderá e impresionará a aquellos que la conozcan sólo de las películas de "Twilight", Stewart es fascinante, especialmente en las escenas finales, donde Sattler cambia la perspectiva de la cámara para que Cole sea a la que se le vea a través de la ventana, pareciendo una especie de prisionera de sí misma.
La edición de la película de casi dos horas podría ser mucho más severa, particularmente en la parte central. La cinematografía en la pantalla grande de James Laxton comunica efectivamente la tensión en los dos espacios, tanto abiertos como cerrados. Otros créditos técnicos son agudos, con la excepción de una mezcla de sonido irregular.
Decir que Kristen Stewart es una celebridad reticente sería una infravaloración que da risa. Desprendida ahora de las películas de Twilight y de las campañas de publicidad que la acompañan, parece determinada a convertirse en la actriz que habría sido si Bella (y Robert Pattinson) no hubiesen llegado a su vida. Y en la nueva película de Peter Sattler Camp X-Ray, que tuvo una premiere de alto perfil (gracias a su estrella) en Sundance el viernes, Stewart interpreta, de todas las cosas, a una guardia en la Bahía de Guantánamo. Y ella es muy buena.
El personaje de Stewart, Cole es una cifra al principio: durante la mayor parte de la película, no sabemos su nombre ni nada sobre ella. Llega a Guantánamo claramente determinada a superar cualquier miedo que tenga sobre estar allí, y a escapar de su vida. Ella es agresiva, con cara de póquer, energizada por la agitación de los prisioneros, y quiere pertenecer con el resto de sus camaradas militares. Lane Garrison, que está empezando a reinstaurar su carrera después de su encarcelamiento por un homicidio al volante hace varios años, interpreta al jefe de Stewart, un corpulento acosador sexual violento que odia a los prisioneros (o detenidos, como les llaman para evitar acogerse a la Convención de Ginebra). Hay otro personaje femenino en la película, que es más una chica que le gusta la fiesta, y nunca la oímos habalr; las dos mujeres parecen pensar que no tienen razones para hablarse la una a la otra.
El impulso de la historia viene del toma y daca de Cole con el Detenido 471 – interpretado por Payman Maadi, que es tanto siniestro como seductor – que le cuenta que su nombre es Ali. Él es guapo, inteligente y un buen conversador; pero también le tira mierda a Cole. Sospecho que oiréis hablar de Maadi y este papel. Esperemos que la industria del cine pueda encontrar un camino para él, y que no siempre tenga que interpretar a un terrorista.
O un posible terrorista. Como sabemos del mundo real, no está claro que las actuales encarcelaciones en Guantánamo nos hayan hecho algo – y también sabemos que el Presidente Obama rompió su promesa de cerrar la prisión porque nadie podía averiguar qué hacer con los hombres que hay dentro. Ese hilo de frustración y desesperanza corre en toda Camp X-Ray, que tiene lugar 8 años después de los ataques del 11 de Septiembre de 2001.
Hay una metáfora de Harry Potter que pasa a través de toda la película – sobre Snape – que simboliza el poder del impacto emocional de la película de Sundance y su narrativa construida simétricamente. Pero también es un indicador de la tendencia de Camp X-Ray a exagerar a veces. Ali empieza sus interacciones con Cole pidiendo el 7º y último libro de la saga de Harry Potter; dice que sabe que existe, pero que nunca consigue leerlo, y que necesita saber si Snape es un buen hombre o un mal hombre. Es la clase de estructura que está diseñada para satisfacer en una escena – como el guión de Sattler. Y lo hace.
Conforme la historia de Camp X-Ray avanza, y Cole empieza a identificarse con Ali, la película se asienta en lo que se ha convertido en la firma de incomodidad de Stewart. Y hacia el final de la película, Cole se ha transformado. Si ese es el objetivo de Stewart también, Camp X-Ray es un comienzo excelente.
Aunque Kristen Stewart experimentó una fama estratosférica via la franquicia de Twilight, ella siempre ha parecido más en casa como actriz en el mundo de l cine independiente, y no hay algo más indie que la película de bajo presupuesto Camp X-Ray, que debutó en el Festival de Cine de Sundance esta tarde. Stewart la protagoniza como Cole, una guardia novata en la Bahía de Guantánamo que mantiene el borde de su gorra por debajo de sus ojos y cuyo moño está tan estirado como la expresión de su cara. Cuando Cole se ofrece voluntaria para ayudar a subyugar a un recluso en su primer día en el notorio campo de detención, ese apasionado movimiento le hace ganarse un puñetazo en la cara de dicho recluso, luego, mientras ella está atendiendo a su labio sangrante, le lanzan un escupitajo justo a sus ojos. “Bienvenida a Gitmo”, dice su oficial superior con una sonrisa. Esto no es Snow White and the Huntsman.
Como Cole y sus compañeros oficiales hacen las rondas en la Bahía de Guantánamo, observando a los hombres musulmanes encerrados en sus celdas, les dicen directamente, “Os referireis a ellos como detenidos. No les llamaréis prisioneros”. Prisioneros, ya veis, son tema para la Convención de Ginebra; detenidos, por otro lado, pueden ser maltratados como vean estos guardias que encaja. Aún así, Cole no puede sino verse intrigada por un detenido muy inusual, el sensible y charlatán Ali (Payman Maadi de A Separation). Se conocen cuando ella está empujando el carrito de libros de la prisión por ahí: Un lector voraz, ha terminado con Poems of Emily Dickinson y le gustaría intercambiarlo por el libro final de Harry Potter. (La película cómicamente recuerda el momento se suspense de Snape que hay Harry Potter and the Half-Blood Prince, que es su propia y especial marca de tortura).
Su vínculo inicial es vacilante – ella no es muy habladora, y él es propenso a lanzar tazas con sus propios excrementos cuando está enfadado – pero después de que Cole vea a los otros oficiales atormentar a Ali en una clara violación del protocolo, ella comprueba su ficha y se descubre a sí misma más y más involucrada con un recluso que podría no ser lo que parece.
La película seguro que es controvertida (no por nada abre con una larga y sustanciosa toma del humeante World Trade Center), y un personaje, desconcertado por la ambigüedad moral de la relación de la guardia-detenido, murmura más tarde en la película, “No todo es tan blanco o negro como decían que era”, pero el primerizo director Peter Sattler insiste en que las críticas conservadoras deberían abandonar sus horcas. “Queríamos hacer una película que no fuera propaganda àra nada”, dijo en la premiere. “Creo que no es la película de Gitmo que probablemente estábais esperando”.
La co-estrella de Stewart, Lane Garrison, no estaba ni un poco circunspecto. “¿Qué pasa si hay un tío ahí abajo que no es un terrorista?”, supuso en el Q&A post-screening. “¿Merece ese día en el juzgado, y qué deberíamos hacer con él? [Camp X-Ray] me cambió y empecé a preguntarme cosas y a no ir sólo con la corriente. Espero que eso es lo que esta película haga con mucha gente”.
Mientras que para Stewart, que subió al escenario rockeando unas trenzas inusuales y se esforzó lo mejor que pudo para saltarse las preguntas del público, confesó que su papel golpeó cerca de casa para ella. “Ella tenía aspectos que yo tengo, que realmente sentí”, dijo Stewart. Para prepararse, ella se convirtió en la sombra de “este Marine realmente asombroso” durante tres días: “De una manera muy acelerada, me puso en forma. No es un papel físicamente extenuante, pero dberías poder ver que he entrenado. Literalmente, [afecta] cómo respiras, cómo andas, todo… No aprendes nada sobre ella, pero deberías sentirla. La conocemos – se transmite de alguna manera sin detalles”.
“Sólo ponerse el uniforme fue una enorme transformación”, dijo Sattler, señalando hacia su actriz. “Hicimos tanta instrucción, porque afecta completamente a la postura”. Como él dijo, Stewart nerviosamente cambió su peso de un pie al otro; justo momento antes, ella se inclinó hacia delante con sus rodillas como si previniera un desmayo, muy opuesto a la rígida contención de Cole. Tanto si ella está más en casa o no en el mundo del cine independiente, esas poses familiares, inseguras dberían reasegurar a los fans de K-Stew: parece que puedes sacar a la chica de Gitmo, y también puedes sacar al Gitmo que hay en la chica.
Via+Traducción LaSagaRobsten
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