Thursday, February 28, 2013

FanFic: "EVERY BREATH YOU TAKE OF ME" (Robert Pattinson & Tú) - 24vo Capitulo.


Hola bellas<3 primero que nada millones de disculpas por no haber subido capitulo el martes pero estuve pensando algo, creo que lo de subir tres días fanfic no funcionara para mi, la próxima semana comienzo un nuevo año de colegio y el ultimo :c pero la cosa es que se lo que se me va a complicar solo el estar en la cuenta e imagínense el seguir escribiendo y el subirles cap por lo que solo subiré capítulos los martes y los sábados lo que comenzara desde la próxima semana(:  perdones tantos cambios pero este se mantendrá lo prometo. Ahora espero que disfruten de este nuevo capitulo(: Las adoro y nos vemos <3

ANI(:

Sumario

***



EVERY BREATH YOU TAKE OF ME
CAPITULO 24.


Alex se había puesto totalmente a la defensiva después de esa conversación que habíamos tenido. Trate de hablar con el nuevamente pero fue inútil. La hora de almuerzo toco, avanzo algo rápido estábamos casi ya en la hora. Nuestro transporte del aeropuerto llego unos diez minutos después de que el almuerzo halla acabado. El camino al aeropuerto fue algo bastante rápido también, estuvimos en tres tiempos ahí y tampoco nos demoramos nada en subir al avión, mi madre estaba paranoica con que si no nos apurábamos perderíamos el vuelo y claro, todos teníamos que seguirle a su ritmo. 

Entramos al área de primera clase A, era una espacio algo amplio con varios asientos. Robert y yo nos sentamos en medio, mi madre y mi padre delante de nosotros, siendo los primeros. Ethan, Rose & Suzie detrás de nosotros, las hileras eran de tres asientos cada uno por lo cual Suzie pudo ir cómodamente en un asiento, estando ya dormida. Y al último se sentaron Alex y Danielle. Eche una mirada por la ventanilla del avión ya en marcha, mi mirada de nublo un segundo y mi estomago dio una pequeña vuelta, me había mareado. Apoye mi cuerpo en el asiento hasta que el mal momento desapareciera. 

-se me había olvidado decirte- mire a Robert hacia un lado, mirada hermosa en mi –Andrew me ha dicho que Bill llegara mañana a las Bahamas para lo que ya habíamos hablado antes- asentí regalándole una sonrisa al instante, sabia que eso era importante para él, aun que yo pesaba que era totalmente innecesario, a el le ayudaba a estar tranquilo. 

-deberías dormir un poco, te ves cansada __________-dijo aun mirándome, su estaba totalmente descansando en el asiento. Me acerque a el posando parte de mi cuerpo sobre su torso, de inmediato su mano paso por mi cintura aferrándome a él con fuerza. Había madrugado hoy y en verdad tenía un poco de sueño siendo que eran no más de la cuatro de la tarde. Los labios de Robert se posaron en mi frente y los mantuvo allí rozándolos contra mi frente un buen rato, su toque allí ayudo a relajarme cayendo al instante en un increíble sueño. 

*** 

-__________, amor, despierta- la dulce voz de mi hombre hizo que abriera los ojos, me removí entre sus brazos y analice un poco el lugar, aun seguíamos en el avión. –Hemos llegado ya- me comunico, asentí separándome lentamente de él. Se levanto de su asiento, comento algo con mi padre que no escuche mire por la ventanilla y por el cielo casi ya en un hermoso atardecer me di cuenta que pase todo el viaje dormida. Bufe de mala gana, tenia ganas de ver algo desde las alturas. 

Ya todos fuera del avión, caminamos dentro del aeropuerto. Robert se ocupo de nuestros bolsos, eran solo dos y por lo demás no me dejo ayudarle con ninguno. Mi padres se detienen dejando los bolsos aun lado, mire aun lado de ellos y estaba Harry enfrente de ellos, quien era el que cuidaba la casa todo el tiempo que nosotros no pasábamos en ella, que era siempre en verdad, la usábamos realmente poco, solo en vacaciones o en alguna ocasión importante. Mis padres se saludaron cordialmente y el hizo lo mismo. Luego miro hacia nosotros y nos saludo con un cariñoso “Hola mis niños”, le sonreí devolviéndole el saludo. Cuando éramos pequeños el con su esposa, Nelly, trabajan en casa de nuestro padres. Los conocíamos bien y ya eran absolutamente parte de nuestra familia. 

Caminamos hasta el auto en el cual Harry había venido por nosotros. Mis padres dentro del auto comenzaron a hablar con Harry en una cordial conversación. A mi alrededor mis hermanos y cuñadas hablaban también, al igual que mi hombre. Aun estaba un poco soñolienta y me sentía cansada, el cuerpo totalmente cansado y pesado. Me acurruque en los brazos de mi hombre mientras hacia de espectadora a la tonta pero divertida conversación que mi familia estaba teniendo. 

El camino a la cabaña fue bastante corto aun más si estaba totalmente muriendo prácticamente de la risa por las ocurrencias de mis hermanos. Bajamos del auto todos con bolsos en manos, entramos dentro y analice el entorno, olía tan bien y además se mantenía hermosa y bien cuidada como siempre. Al entrar enseguida cada pareja eligió un cuarto. Podíamos hasta regodear en eso, la cabaña estaba compuesta por siete cuartos los cuales estaban distribuidos en los dos pisos y cada uno contaba con un baño bastante amplio, y las de segundo piso tenia un balcón que daba justo la vista al mar. Donde estaba ubicada la cabaña era un lugar hermoso y tranquilo, varias hectáreas de de bello terreno y lo mejor que contaba con una propia y obviamente próvida salida directa a la playa. 

-Yo quiero arriba- soltó Alex de repente y al minuto saliendo prácticamente corriendo al segundo piso, le observe sonriendo. Las escaleras estaban a los dos extremos de la entrada principal y arriba estaban enseguida unidas por un corredor que al llegar al final de cada uno se podía entrar los demás cuartos. 

-todos a acomodarse en el cuarto que quieran y si lo desean después bajan para que coman algo- mi madre dijo ya casi desapareciendo de la entrada. Mire a Robert quien tomo los bolsos y camino hacia la escalera opuesta a la que mi hermano había subido minutos atrás, le seguí. Llegamos al último cuarto del segundo piso. Presione el interruptor de la luz y todo se ilumino al segundo, la oscuridad ya estaba por tapar completamente al lugar, me acerque enseguida a las cortinas y las cerré. Di la vuelta encontrando a mi hombre dejándolo uno de los bolsos sobre la cama y el otro en el suelo. Camine al gran armario que se encontraba a un lado de mi, lo abrí y woah! De verdad era enorme, mi madre había echo una remodelación de muebles hace unos meses y bueno, siempre elegía lo mejor. 

Comencé a ordenar y guardar mi ropa en el gran armario, demorándome en verdad unos pocos minutos. 

-Enorme- pronuncio Robert detrás de mi, di la vuelta hacia el sonriéndole. 

-lo es, conoces como es mi madre- dije, acomode mis ultimas prendas de ropa –dame tu ropa para que la acomode también- el se alejo y comenzó a hacer lo que le había pedido. Nos demoramos mucho menos de lo que lo había hecho con mi ropa. Tome las dos puertas del armario y las cerré algo despacio, me di vuelta sonriente dándome cuenta al instante que Robert ya no estaba detrás de mi, mire hacia mis lados rápidamente y luego hacia el baño notando la luz por debajo de la puerta. Me acerque a los pies de la cama, cerré los ojos escuchando nada mas que silencio en la habitación. 

-Esta es grande también- su aliento rozo mi oreja y de inmediato sabía a que se estaba refiriendo. Su mano se poso en mi cintura apretándome a él mientras su otra mano voló directamente a mi cabello tirándolo todo a un solo lado. Su respiración choco contra mi cuello y a los segundos sentí sus tibios y finos labios en el, depositando pequeños besos allí. Su mano en mi cintura bajo lenta hacia mi entre pierna y acaricio sobre la tela de mi pantalón despacio y con presión. Gire llevando mi mano a su camisa y le tire a la cama haciendo que quedara sentado en ella, al borde de esta. Subí mi cuerpo sobre el suyo, cada una de mis piernas a un lado de su cuerpo y sus manos ya presionando en mi espalda baja contra el. Mis labios presionaron sobre los suyos, abrió su boca y mi lengua encontró a la suya, húmeda y caliente. Moví mis caderas sobre el, rozando su miembro contra mi sexo haciendo pronto notoria su erección chocando y punzante contra mi. Empuje su cuerpo hacia atrás, su camisa salió de su cuerpo en un segundo, mis manos volaron a su torso tocando y acariciando. Lleve mi rostro a la altura de su cuello y mordí algo dulce pero fuerte a la vez, el gruño profundizando sus toques sobre mi cuerpo. Levanto sus caderas hacia mi chocando contra mi vientre y haciendo que soltara un gemido contra su odio, mordí el lóbulo de su oreja mientras sus manos se concentraban en quitar la ropa de mi cuerpo. 

Su mirada pura envuelta en lujuria, excitación y calma me daban esas ganas de seguir tocándole y besando su cuerpo, ese cuerpo que era mío y siempre lo seria. Sus manos bajaron mis pantalones hasta mis muslos luego yo me hice cargo de ellos sin algún esfuerzo extra alguno. Sus labios besaron mis senos despacio con dulzura, los libero del brasier y sus dientes mordieron despacio algo que era totalmente estimulante y hacia a mi cuerpo perder el control. 

Desnudos completamente volví a poner mi cuerpo sobre el suyo para unirnos en una profunda y dura estocada de parte de mi hombre. Junto su torso con mi pecho haciendo que enrollara mis brazos a su cuello, los cuales enseguida bajaron por su espalda acariciándola. Moví mis caderas mientras el también empujaba contra mi, placentero y doloroso, pero totalmente placentero. Sentí su p*ne tocar mi pared final, mientras con cada estocaba que daba podía sentirle mas y mas adentro, totalmente duro y grueso. Mordí su hombro con malicia un par de veces, su lengua tibia y húmeda acariciaba mi cuello y también mordía. Sus manos se posaron en mis caderas empujándolas hacia el, ayudándolas para sentir su miembro con mas fuerza y profundidad dentro, eche mi cabeza hacia atrás en un puro acto de placer envuelto con un pequeño dolor, el cual desaparecía enseguida siendo remplazado por esa exquisita sensación de electricidad y cosquilleo en todo mi cuerpo. 

El orgasmo llegaría azotar mi cuerpo en cualquier segundo, mis movimientos rápidos de arriba a bajo sobre el ayudado de sus fuertes manos aun empujando estaban advirtiéndome que me quedaba poco. Mordí su labio inferior por última vez antes de que nuestro orgasmo encontrara su punto y saliera de nuestros labios en un grito de ambos. 

Sentí mi cuerpo totalmente ardiendo, caliente de pies a cabeza. Mi respiración acelerada estaba ahora chocando contra su hombro, junte mis labios sobre el depositando un beso largo. El ligero cosquilleo de su líquido dentro de mí aun lo podía sentir, le mire y su mejillas rojas me hicieron sonreír. Mi mano en su pecho justo sobre la ubicación de su agitado corazón sentía palpitarlo con rapidez contra el. Agacho la mirada hacia mí. 

-no es posible que llevemos menos de media hora aquí y produzcas en mi estas ganas inmensas de tenerte, ___________- trate de ocultar mi sonrisa pero fue imposible. 

-ha sido tu culpa- respondí pasando uno de mis brazos por su cuello y acercándolo a mi. El sonido de su pequeña risa me encanto, le sonreí ampliamente. 

-no comprendes lo hermosa que eres ___________, por eso jamás me entenderás- soltó juntando nuestras frentes. Mi mano comenzó a jugar con su cabello enrollando un pequeño mellón de el en mi dedo. Fruncí el ceño a su comentario. El me sonrió feliz. 

-¿Por qué no lo ves?- pregunto -...lo hermosa que eres- finalizo. Le mire un segundo con determinación, baje la mirada a la altura de su cuello negando. 

-no lo se, es algo tonto- dije sin mas que decir. Sus brazos me apretaron contra el con mas fuerza y cariño, su calor enseguida me cubrió totalmente. 

-¿bajaremos?- pregunto 

-no tengo ganas, prefiero quedarme aquí- asintió acercándose a mi, nuestros labios se juntaron en un húmedo y dulce beso. Sus manos sobre mis caderas me alzaron sintiéndome libre nuevamente sin el dentro de mí. Estiro su cuerpo hacia atrás descansándolo en la cómoda cama, tomo mi mano y me empujo hacia el, mis brazos se aferraron a su torso mientras su mano que estaba debajo de mi cuerpo acariciaba donde podía, su otra mano voló a mi cintura aferrándome a el aun mas y la mantuvo allí. Cómoda, tranquila y relajada en los brazos de mí marido pronto encontré el espacio dentro de mí que me acuno cayendo rendida en un profundo sueño.

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