Saturday, March 09, 2013

FanFic: "EVERY BREATH YOU TAKE OF ME" (Robert Pattinson & Tú) - 26vo Capitulo.


HOLA HERMOSAS!! se hace largo el publicar aquí ahora :c comencé el colegio y de inmediato me han llegado de cosas, espero que en algún momento se calme la cosa. Bueno a lo que vine, les dejo el capitulo 26 de la fanfic, espero que les guste & lo disfruten y sigan leyendo lo que viene & gracias infinitas por las visitas y los geniales comentarios vía twitter ;) De aquí hasta el martes nuevo capitulo, recuérdenlo!! Un beso y abrazo enorme, las adoro<33

ANI(:

Sumario

***

EVERY BREATH YOU TAKE OF ME.
Capitulo 26.


Mi brazo se estiro aun lado de la cama, acariciando y tratando de encontrar su cuerpo pero nada. Mis ojos se abrieron con lentitud y algo de pereza, mire a un lado dándome cuenta que en realidad Robert no estaba. Me levante enseguida yendo al baño el cual también estaba vació  me acerque al lavamanos y moje mi rostro por un momento. Abriendo el closet mire de arriba abajo, de un lado a otro y tome unos jeans y una polera blanca simple, me los puse en un minutos, mi estomago gruño en todo el proceso mientras pensaba en que cosa rica podía comer. 

-Buenos días hermana- Ethan dio un beso en mi cabello sujetando una taza de café entre sus manos, le respondí de la misma forma sonriéndole. Analice el lugar y estaban todos en el living-comedor, algunos sentados en el juego de sofá o en la larga y bella mesa del living. Robert ni mi padre se encontraban. Tome una fruta del gran canasto que había sobre la mesa. 


-¿Dónde esta Robert?- pregunte mirando a todos. 

-Ha salido tempano, cariño- dijo mi madre mirándome. Frunce el ceño 

-¿Dijo a donde iría?- pregunte nuevamente curiosa, mi madre alzo los hombros. 

-Me dijo que compraría algunas cosas- escuche a Ethan, le mire y asentí a los segundos. Me di cuenta que ya era algo tarde y todos habían desayunado ya, revise rápidamente el refrigerador, no había nada que realmente me gustara por lo que decidí esperar hasta el almuerzo. 

Palabras fugases entre mis hermanos y cuñadas me mantuvieron poco tiempo junto a ellos. Subí al cuarto a tomar una ducha, la cual fue bastante larga necesitaba relajar mi cuerpo bajo esa exquisita tibia agua. Mientras el agua caía chocando delicadamente contra mi cuerpo pensaba en lo de anoche, en la llamada y en Robert, en lo que Rose me había dicho y sentía que realmente no debía hacer nada mas ahora, solo dejar que las cosas fluyan y que pasen de la manera en que tengan que pasar. También estaba segura de cosas, como por ejemplo que él me amaba, lo sentía de la misma forma en que Rose lo había dicho la noche anterior, lo demostraba en cada palabra, mirada que dirigía a mi. ¿Y yo? Yo estaba perdida en él, perdida en el amor que hace diez años me trago junto a él y que a pesar de todo y todos seguía intacto, sin daño alguno. 

Salí de la ducha enrollando con fuerza la toalla blanca a mi cuerpo, sacudí mi cabello con una toalla mas pequeña al tiempo que caminaba de puntillas por el frió suelo del baño para llegar a la suave y delicada alfombra del cuarto. Mi mirada se fijo enseguida en la cama encontrándome a Robert sentando sobre ella. Sus brazos sujetaban su cuerpo sobre la cama y sus piernas estaban separadas, una imagen totalmente sexy de mi hombre. Sus ojos abiertos de par en par recorrían mi cuerpo de arriba a bajo haciéndolo por unos minutos. Se levanto luego de unos largos segundos. Su mano voló a mi cuello y acaricio allí, yo cerré mis ojos a su toque de una forma totalmente inconsciente y todo dentro se revoluciono enseguida, ese cosquilleo estaba en mi cuerpo y ubicado en una parte totalmente especial. 


-Saliste temprano- mantenía mis ojos cerrados disfrutando aun de su toque, él hacia cariño en mi nuca despacio. 

-Si, no quería que después estuviera loca sin tener lo que necesitas- le fulmine con la mirada por la forma en que se había referido a mi. Levante las cejas 

-y que has comprado?- pregunte, él sonrió y se alejo de mi. Avance hasta el closet rebuscando en el por ropa interior, tome un conjunto de encaje negro. Tire la toalla de mi cuerpo dejándola caer al suelo, puse mis bragas y al instante mi brasier, los acomode sobre mi cuerpo quedando perfectamente. Me di vuelta y ahí estaba mi hombre totalmente mirada oscura sobre mi. 

-Eres tan hermosa, _________- susurro y al segundo su cuerpo se encontraba enfrente del mío, tomo mis caderas y con fuerza apoyó mi cuerpo contra el armario. Sus manos apretaron mi cuerpo al tiempo que su pierna separaba las mías, beso mi cuello y su lengua tibia al segundo subió de allí hasta mis labios, mordiéndolos. Su rodilla subió hasta mi entre pierna, justo a mi sexo y presiono allí con algo de fuerza pero lo sentí totalmente placentero con ese cosquilleo nuevamente centrado allí. Su mano tomo mi nuca y me llevo a el mientras su otra mano rápida viajaba directamente a mi sexo acariciando sobre la fina tela, un toque totalmente ardiente. Mis manos se apoderaron de su espalda pasando por debajo de su camisa, acariciando y rasguñando con algo de maldad. Escuche el pequeño rasgido de mi braga cuando Robert la traspaso con sus dedos, con fuerza introduciendo dos de ellos dentro. Había estado en puntillas, deje caer mi peso sobre sus dedos y toco hasta el final, sentí el pequeño dolor. Movió sus dedos rápidos y ya el dolor era casi ninguno. Sus labios se separaron de los míos y comenzó a dar húmedos y tibios besos por mi cuello luego por mi pecho hasta llegar a mis senos, tiro de mi brasier en un segundo, allí mordió con sus dientes dando pequeñas corrientes de electricidad, su lengua tibia también los acaricio también los acaricio volviéndome loca. Sus labios bajaron aun mas, hasta mi vientre, sus manos dejaron de ocuparse en lo que antes estaban y se apoderaron de mi trasero. Le mire hacia abajo dándome cuenta que estaba de rodillas, la punta de su lengua paseaba circularmente por mi plano estomago al tiempo que sus manos apretaban mi cuerpo a el con fuerza. Agarro mis bragas desde sus extremos y los sacos bajándolas lentamente por mis piernas y luego sacándolas y tirándolas lejos. Sus manos acariciaron mis piernas despacio con esa posesión única que el ejercía sobre mi. Acerco su rostro hasta mi vientre sobre mi sexo. Bajo un poco mas y su nariz rozo contra el, apreté mis puños en un puro acto reflejo, le mire y sentí el calor subir por mi vientre hasta mis mejillas. 

Respiro hondo con una pequeña sensual sonrisa torcida y enseguida su lengua entro por mi sexo, la saco y volvió a introducirla rápido, junte mis labios con fuerza. Sus labios succionaron y yo sentía que estaba explotando por dentro. Lleve una de mis manos a su cabello y la presione sobre el. Robert gruño mientras movía con picardía su lengua dentro de un lado a otro. Cerré los ojos y disfrute de este placer que me estaba llevando lejos, arque mi espalda y un gemido escapó despacio de mis labios. Abrí los ojos al no sentir mas su toque, sus labios presionaron sobre los míos y sentí al instante su dura y fuerte estocada produciendo que los dos gimiéramos en nuestro beso. Presione mis piernas ya atadas a su cintura. Gruño con mas fuerza y me acomodo sobre el, se movió lento encontrando su lugar perfecto dentro de mi. Sus caderas pujaron con fuerza hacia mi, presione mis paredes alrededor de sus miembro y sentí nuevamente esa exquisita electricidad. 

Acabamos nuestro beso por pura falta de aire, apoye mi espalda contra la madera del armario sin dejar de tocar su cuerpo con mis manos, cerré los ojos y solo me entregue a él, a su máxima pasión. Con cada fuerte y dura penetración sentía que su duro miembro en cualquier comento podría ser capaz de atravesarme. Estaba sintiendo algo de profundo dolor. 


-me…duele…- dije en un fuerte gemido 

-un poco…mas- susurro sobre mis mejilla, cerré los ojos con fuerza y sus estocadas se hicieron más y mas fuertes y rápidas. Y en un segundo volví a sentir ese placer inundando mi cuerpo y dejando a el dolor un paso atrás. Su aliento chocaba contra mi oído y sus gemidos eran algo fabuloso de escuchar. Bese su cuello y su hombro derecho al cual le dedique también unas pequeñas mordidas. Su última estocada dolió totalmente pero fue completa y placentera. Grite su nombre sintiendo al segundo su liquido esparcirse dentro, el había llegado también. 

Dejo caer mi cuerpo sobre mis pies, mis piernas estaban algo débiles y el dolor y la incomodidad en mi entrepierna se sintieron al minuto. Saco su miembro y el dolor se hicieron un poco mas intenso. Le mire, su rostro estaba algo colorado, mucho mas sus mejillas. Agache la mirada hasta la altura de su cintura y observando lo increíblemente desnudo que su cuerpo estaba en ese sitio. Mordí mi labio inferior y de repente unas ganas de querer más, más de él y su cuerpo llegaron a mí. Lleve una de mis manos a su nuca y le atraje hacia mi con fuerza apoderándome de sus finos labios, note la sonrisa que se formo es sus labios. Camine hacia adelante haciendo que él retrocediera, su mano nuevamente tomaron mis caderas con delicadeza. 

-debemos…bajar- murmuro en nuestro beso. Puse mi cuerpo sobre él suyo ya en la cama, sintiendo su punzante miembro debajo de mi sexo. 

-quien lo dice?- susurre sobre sus labios sonriéndole de una forma coqueta. Mi mirada estaba sobre la suya y el me sonrió de la forma que tanto amo. Sus manos en mi cintura me presionaron y pujaron hacia él uniéndonos gloriosamente. Y así seguimos disfrutando nuevamente el uno del otro.

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