Saturday, March 16, 2013

FanFic: "EVERY BREATH YOU TAKE OF ME" (Robert Pattinson & Tú) - 28vo Capitulo.

Hola preciosas<33 ¿como están  espero de verdad que muy bien, yo un poco con flojerites jaja pero se me pasara tengo arto que hacer este finde :c Y como cada sábado me tienen acá para publicarles nuevo capitulo de esta genial fanfic, ¿Que les ha ido pareciendo? he recibido comentarios buenos hacia la fanfic por vía twitter, lo cual me encanta((: espero sigan disfrutándola como hasta ahora, nos vemos el martes con nuevo capitulo <33 las adoro!


ANI(:

Sumario

***



EVERY BREATH YOU TAKE OF ME.
Capitulo 27.

Llegamos a casa a los 20 minutos o un poco mas. No había nadie a la vista cuando entramos por que supusimos estaban todos ya dormidos.  Fui directamente a la cocina pidiéndole a Robert que me acompañara, mis hermanos se fueron enseguida a sus cuartos al contrario de Marcus y Tom que nos acompañaron a la cocina. Abrí el frizzer buscando algo de hielo, lo tome entre un paño dejando que se mojara un poco. Ya frió me acerque a Robert y puse la bolita de hielo sobre su boca. 

-te ves terrible hermano- mire a Tom poniendo los ojos en blanco. 

-te quedara todo morado o azul esa cosa…¿Por qué no nos llamaste o algo? Le hubiéramos dado entre los cuatro al perro ese- Tom asintió a lo dicho por Marcus y yo le fulmine con la mirada a ambos. 

-claro y porque mejor el par de imbéciles no se calla?- dije sonriéndoles. Robert rió a mis palabras anteriores. 

-okay, sigue cuidando al baboso este- Tom golpeo el brazo de Robert con fuerza, quien trato de agarrarle el brazo pero no pudo. Marcus se acerco a mi dándome un beso sobre el cabello, le sonreí al tiempo que le sacaba la lengua a Tom, èl me respondió de la misma forma. Ambos se despidieron de Robert con un cariñoso y divertido agarron de manos. 

Presione un poco sobre su labio y el dio un pequeño saltito. Le sonríe mientras él me observaba con el ceño fruncido. 

-sujeta tu- le ordene, tomo el hielo con su mano. Corrí mi cuerpo a un lado, a unos tres pasos de él Sobre la mesa de piedra había otro paño, estire mi brazo para tomarlo. Iba a volver donde él estaba sentado pero no tuve que hacerlo, Robert se había movido hasta mi lugar, detrás de mi. El golpe del hielo sobre la mesa fue lo único que en ese momento se escucho. Sus manos subieron por mi vientre haciendo que mi piel se erizara completamente por culpa de su mano fría. Me pego a él con fuerza. 

-robert…-su boca fría también roso mi cuello cuando mordió de él Sus manos hábiles como siempre se ocuparon de mi cuerpo, de mi ropa y la suya. Su pe*e roso la entrada de mi sexo haciendo que enseguida arquear mi espalda. La adrenalina y placer corrían por mis venas enloqueciendo cada rincón de mi cuerpo. A su estocada profunda dentro de mi aferre mis manos con fuerza a la fría mesa enfrente de mi. Comenzó a sacar y meter su miembro con rapidez y fuerza, mordí mis labios tratando de ocultar mis gemidos y quería besarle, morder, succionar sus labios con los míos pero el placer que estaba dándome no me ayudaban a hacer lo que mi mente pedía.  Sus dientes mordieron nuevamente entre mi cuello, oreja y hombro regalando también húmedos besos allí. Sus manos se posaron sobre las mías en la mesa, presionando sobre ellas. Sus caderas empujaban con malicia y dureza hacia mi, apreté mis paredes alrededor de su miembro y el gruño contra mi cuello. Una de sus manos voló a mi vientre empujándome mas a él y su miembro se acomodo perfectamente dentro, totalmente. Mi mente estaba perdida totalmente en su placer único, no había dolor, solo placer y mas placer. Todo fue rápido, mi orgasmo no demoro nada en azotar mi cuerpo y su liquido se esparció dentro de mi a los segundos de mi increíble punto de encuentro. Mis manos estaban realmente como acalambradas de haber presionado contra mesa con tanta fuerza, estire mis palmas sentido dolos. 

-vamos al cuarto. Susurro con voz totalmente agitada, asentí. Acomode mi ropa un poco saliendo de la cocina con Robert detrás de mi en dirección al cuarto. 

Me acerque a la mesita de noche prendiendo la lampara sobre ella siendo en ese momento lo único que iluminaba el cuarto. Robert entro en el baño al tiempo que yo tomaba la bolsa que estaba sobre la cama, era la de la compras que el había hecho. Metí mi brazo dentro de la bolsa sacando un frasco pequeño, leí la etiqueta… bloqueador solar. Sonreí negando a la vez preguntándome como pude haberlo olvidado. Mire esta vez dentro de la bolsa al tiempo que sacaba mis zapatos, me subí a la cama sentándome en ella en esa cómoda forma de “indio”, volví a mirar dentro de la bolsa y me detuve en  el paquete mediano pensando enseguida en el tema. Tome el paquete entre mis manos sin dejar de mirarlo, eran toallas higiénicas. Saque mis cuentas desde mi ultimo periodo, conté y conté unas tres veces o mas. Estaba retrasada en casi diez días o incluso mas, mi mente no estaba pensando concentradamente en este momento. Jamas, nunca antes que yo recordara mi periodo se había retrasado un día ni menos diez, nada. Y mi mente se centro en nada mas que en los mareos, desmayos, antojos gigantes y los asquerosos vómitos que estas ultimas semanas me habían invadido. Y despues de todo eso esta era la primera vez que pesaba en esta posibilidad. Mi cuerpo se estremeció y no pude evitar sonreír a la idea, solo a la idea de tener dentro de mi un pedacito de él que solo me pertenecía a mi. Un hijo, un hijo de Robert. 

Mi mirada se nublo por las lagrima, cerré la mirada tratando de tranquilizarme. Si mi conclusion era correcta ¿seria capaz de protegerlo? Ella estaba alrededor y claro que le tenia miedo y de repente ese miedo creció mas de soló pensar que estaba embarazada. Suspire y aclare mi mente, me llevo un minuto hacerme entender que solo era una suposición tenia que ver a un doctor enseguida, lo mas pronto posible y tendría que ser acá pero sola. Quería estar segura yo misma y sabia que seria también difícil estar un momento sola en nuestra estadía aquí y aun mas con lo que había pasado esta noche. 

La puerta del baño se abrió mostrándome a mi hombre solo con sus pantalones puestos, torso bellamente desnudo. 

-¿no ha faltado nada?- pregunto alzando las cejas. Niegue dejando el paquete nuevamente dentro de la bolsa. No quite mi mirada de el, tomo la bolsa con una de sus manos sacándola de sobre la cama. Se recostó boca abajo cerca de mi. Deposito un beso en mi muslo, tibios labios. También sus manos acariciaron allí. 

-deberías dormir ya- susurro mirándome. Sus manos volaron a mi conjunto desabrochando, sonreí. 

-creo que se como desvestirme- murmure. 

-pero yo lo hago mucho mejor- su rostro se acerco al mio, roso nuestras narices y sus labios se apoderaron de los míos Sus manos dejaron caer mi conjunto azul por mis brazos hasta sacarlo completamente de mi cuerpo. Beso mi cuello, su tibia lengua viajaba sobre el de un lado a otro. Mis manos bajaron hasta la cremallera de su pantalón y comencé de inmediato ha tirarlos hacia abajo para librarle de ellos. Di un pequeño gruñido de enfado, no podía sola. Se separo de mi y una pequeña sonrisa apareció en su rostro haciendo que tomara sus pantalones y los sacara en un segundo. 

Sus manos se posaron en mis piernas y me tiro hacia él, debajo de él. Sus labios se posaron en lo mas bajo de mis piernas, comenzó a subir sus labios dando besitos en cada espacio. Deposito un largo beso en mi entrepierna sobre la tela de mi braga. Eso me basto y mi vientre despertó aun mas, el calor se apodero de mi cuerpo, de cada rincón de el. Su rostro subió un poco mas hasta mi estomago. Sus brazos estaban uno en cada lado de mi cuerpo y su nariz rozaba con delicadeza mi vientre de arriba a bajo y de un lado a otro. El toque de sus tibios labios en mi estomago hizo que por alguna tonta razón sintiera mis mejillas arder de seguro sonrojándome. Levante mi cabeza mirándole hacia abajo encontrándome ojos verdes profundamente oscuros. Su cuerpo se poso completamente sobre el mío pero sin que se tocaran o se rozaran, su bello rostro estaba enfrente del mío mientras sus brazos aun sujetaban el peso de su cuerpo. Lleve mi mano hacia su rostro cerca de sus labios y acaricie con mi dedo sobre la comisura de ellos con delicadeza, ya la zona no estaba hinchada como hace un rato. 

Sus manos se ocuparon de mi ropa interior con autentica rapidez. Observo mi cuerpo desnudo unos segundos sonriente, no puede evitar sonreír también. Entrelazo mis manos junto con las suyas y llevo mis brazos sobre mi cabeza, él sujetándolas. Acerco sus labios a mi cuello dedicándola un pequeña mordida la cual me dio un pequeño cosquilleo, di una pequeña risita por lo bajo, él levanto la mirada y rió también de la misma forma. Volvió a atacar mi cuello esta vez con más desenfreno. Yo solo quería tocarlo, tocar su cuerpo pero trataba de sacar mis manos de su agarre y él no me lo permitía. Separo mis piernas lo mas posible, esta vez dejando que sus caderas cayeran sobre las mías en un toque profundo, comenzó a mover sus caderas despacio haciendo que poco a poco sintiera como ese magnifico bulto crecía dentro de su bóxer 

De repente sentí esa presión en mi cuerpo que solo el sabe generar y le quería dentro ya. Levante mi cabeza buscando sus labios, entendiendo enseguida lo que necesitaba acerco sus labios a los míos y lo primero que hice fue morder con delicadeza su fino labio inferior, luego atrape su boca con la mía dando paso libre a mi lengua dentro de la suya. Enrolle mis piernas a su cintura presionando hacia mi y siento con mas ganas como su punzante y ya gran bulto chocaba contra mi sexo. 

Estaba algo frenética y no se si Robert no se daba cuenta de eso pero no hacia nada para “ayudarme”. Dije su nombre entre nuestro exquisito beso en una autentica suplica. Cerré los ojos con fuerza, cuando los abrí los dirigí directamente a bajo dándome cuenta que su pe*e ya liberado se centraba en mi entrada y con una pequeña y rápida estocada lo introdujo completamente. Un sordo jadeo escapo de mis labios mientras el lentamente se acomodaba sobre mi, movió sus caderas con agilidad haciéndome estremecer por dentro. Comenzó a sacar y meter su miembro con más que malicia, las ultimas estocadas fueron fuertes pero realmente placenteras y quería mas y mas. Su lengua paseo circularmente por mis pezones endureciéndolos luego mordió sobre ellos algo delicado. Arque mi espalda y el deseo ya estaba completamente en mi, solo tenia que dejarme llevar por él. 

Su ritmo y movimiento dentro de mi cambio, ahora era lento pero profundo, maravillosamente profundo llegando al final de mi. Empujaba sus caderas contra mi de una forma tan exquisita al tiempo que presionaba sus manos sobre las mías aun sujetadas sobre mi cabeza, su boca no se quedaba atrás iba tibia de un lado a otro de mi cuello a mis senos hasta mis labios. Nuestros labios se juntaron cuando mi cuerpo ya no daba más y encontraría mi lugar perfecto. Gemimos dentro de ese beso, el agarre sobre mis manos se hizo débil y su última fuerte estocada me lleno completamente. 

Dio un casto largo beso a mis labios y libero mis manos. Las tenia totalmente cansada sin haber hecho nada con ellas, cayeron sobre mi cabeza sin fuerzas. Se mantuvo dentro de mí unos segundos, al salir se recostó a un lado de mi, una de sus manos se mantuvo sostenida en mi cuerpo, acariciando de vez en cuando. Le mire a un lado viendo como su torso subía y bajaba algo rápido. Le mire esta vez a su rostro, sonreí. 

-ven aquí- susurro y él mismo con sus brazos me atrajo hacia el con fuerza, poniéndome sobre su torso. Deposite un beso en su pecho al tiempo que afirmaba mis manos a la altura de su estomago. Levante nuevamente la mirada encontrándome con la bella mirada de mi hombre. 

-quiero preguntarte algo- dijo mirándome fijamente. 

-dime- respondí enseguida. Tomo una pequeña bocanada de aire y luego me regalo una pequeña y encantadora sonrisa torcida, sonríe también. 

-¿te casarías conmigo nuevamente?- le mire detenidamente tratando de encontrar algo en su rostro que me dijera que estaba totalmente agarrándome el pelo. 

-¿Qué acabas de decir?- pregunte, realmente no había oído o entendido lo que había dicho. 

-cásate conmigo de nuevo, __________- 

-¿estas bromeando?- pregunte levando mi cabeza al tiempo que sujetaba su cuerpo sobre el suyo. Su rostro me comprobó que no estaba bromeando, estaba hablando totalmente enserio 

-pero…ya lo estamos, creo que no hay necesidad- dije acercando mi rostro al suyo, el me sonrió. 

-lo se, solo quería saber que me respondías- dijo, alce las cejas. 

-¿estabas jugando conmigo?- le pregunte, esta vez una pequeña risa escapo de sus labios al tiempo que echaba su rostro hacia atrás. Golpe su pecho con mi puño de juego. 

-a la próxima que juegues así nos divorciamos- dije sonriéndole pero de repente su rostro cambio totalmente, se tenso. 

-no- dijo –no lo digas ni de juego. Yo no puedo perderte, no puedo- su mirada se había cruzado en miedo haciendo que me estremeciera un poco. Me presiono contra él al tiempo que yo llevaba nuevamente mis brazos a su cuerpo, le sonreí y apoye mi cabeza en su torso. 

-eso nunca sucederá- murmuré. Sus manos acariciaban con cariño en mi cintura y otra en mi brazo. Seguimos hablando, de lo que fuera, sus palabras y su voz siempre me impresionaban, escucharle era totalmente encantador para mí. Beso mi frente con fuerza para luego acurrucurarme en sus brazos preparándome para que pueda encontrar el perfecto lugar en mi mente acompañada siempre de él.

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